Ama con el corazón,
para tener paz Santa;
y el poder de la oración,
será manifiesta Gloria del Señor que sana.
Sana mi espíritu,
y sanará mi alma,
Oh Señor Jesucristo,
por tu derramada Gracia.
La Luz apartó las tinieblas,
y se hicieron puras como el oro;
para salvar a las almas,
que adoran a Cristo en su Trono.
La verdad del milagro,
oh Señor, es tu mano Sagrada,
que transforma la enfermedad en gozo,
con su Eterna Bienaventuranza.
Oh Señor Jesús, tu manto nos sana,
si lo tocamos con fe;
porque solo el que te ama,
en lo imposible cree.
Paz de Cristo