Cristo es la mano de sanación perfecta,
que a tu vaso
le da pureza;
al lavar cada pecado,con su preciosa sangre derramada en el Calvario.
Haz brotar de tu alma
el perdón,
que Cristo proclama
en su gloriosa redención.
Oh Señor Jesús,
envuélveme en la santidad de tu manto;
para llenar de blanca luz,
las lagrimas de mi corazón en su arrepentimiento.
Espera en Jesucristo,
que vierta su agua santa
en el barro del alfarero;
para hacer con su Palabra, del alma un vaso nuevo.
Cristo es el contenido transparente,
que resplandece en tu interior;
solo su unción magnificente
nos dará eterno amor.
Amén. Aleluya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario