CRISTO SALVA

         

Libertad en Cristo,
sin maromas amarradas.
Caminando al infinito,
entre aleluyas y alabanzas.

El cielo, nuestro destino.
Orad con alegría;
porque en su corazón consta escrito, 
los que claman a porfía.

Nunca nos fallará;
si en tu arrepentimiento vives una cristiana estoicidad.
Y solo a Él se amará.
En la vida y en la muerte el Señor es la verdad.

Jesús de inmensa luz,
rostro sobrenatural.
Sentirte en plenitud
es éxtasis celestial. 

¡Redimidor Todopoderoso, 

el milagro de la vida, Tú eres! 

Fragantes rosas de gozo,
que contigo, Padre santo, la vida eterna contemplen.

Uníos a Dios,
refugio místico;
y obrará prodigios,
la poderosa gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Fe sublime es tu presencia.
La gracia toca el corazón,
y nos da clarividencia.
Mostrándote: perdón y adoración. 

      

                      ¡Aleluya!