Se quiebra la fe,
de una arquitectura idealizada;
sin magnificar,al Señor, que en el Espíritu Santo ve,
su crucifixión despiadada.
Job se turba ante la afrenta,
todos sus bienes destruyen;
y en esta cruz manifiesta,
solo Cristo, asume con indulgencias, tan execrable crimen.
El demonio esgrime impureza,
en una contienda de aflicción desmedida.
Jesucristo, todo lo puede, en su gloriosa fortaleza.
Y a Job, la oscura prisión, sepulta su propia vida.
Job, alaba a Cristo,
y con su cruz le sigue.
Al diablo a proscrito;
porque la voz del Señor, en su corazón es visible.
La prueba es Eternidad,
si crees en Cristo Redentor.
Y la salvación, camino de santidad;
porque la excelencia de tu vida, no te pertenece, es del Señor.
Amén.
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