SIERVO ES CRISTO

No hay mayor siervo, sino Cristo.
Inmolado Cordero en la cruz:
consagración del Espíritu,
en sublime amor de resplandeciente luz.

Jesucristo es belleza
en su humillación;
y asume la tristeza,
con gozo en el corazón.

Jesús muestra el camino,
para llegar a la Gloria,
que es negarse así mismo;
porque en el perdón, siempre hay victoria.

Señor, en la intimidad del alma,
voluntariamente, despojaste tu deidad;
para ser el gran siervo, que hasta la muerte ama,
con obediencia y fidelidad.

Señor Jesucristo, lavaste los pies al pecador,
con solemne humildad.
Oh Señor, Tú eres el Siervo Redentor,
que resucitó, glorificado en santidad.
Amén.