Si invocas a Jesucristo,
disponiendo tu corazón:
el árbol seco dará fruto;
y a la muerte vencerás, con tu resurrección.
Blinda tu pensamiento al maligno
con el poder de la Palabra,
que de doble filo
es su milagrosa espada.
Si en Cristo tienes la certeza de creer,
y clamas
para vencer:
al Señor amas.
Jesús se mueve en la oración,
si tu rodilla doblas;
y con exaltación
al Señor adoras.
El acto de fe,
que transcendió en el desierto,
la provisión de maná fue.
Y eternamente la Palabra en Jesucristo, es santo alimento.
Amén. ¡Aleluya!
No hay comentarios:
Publicar un comentario