Hermano, escogido fuiste por el Señor,
antes de la Fundación del Mundo.
La majestuosidad de su amor,
es en el corazón gozo profundo.
Lo perfecto has de entender;
porque es real ahora.
En Jesús, el designio es creer,
para llegar a la Gloria.
Jesús es el Nombre del Misterio:
inmensidad del alma,
más grande que el Universo;
y al pronunciarlo toda rodilla se doblará, para adorar al que es Señor en su Gracia.
Por Jesucristo eres observado
desde la Eterna Plenitud.
Ser discípulo bienaventurado
te hace ver su Santa Luz.
El Señor te sostiene esculpido en su mano.
Sientes la verdad,
si amas a tu hermano;
porque amar en Cristo, es poder de Eternidad.
Amén.
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