El pacto de Cristo es inquebrantable;
pero lo tornas frágil,
con una conducta inconfesable,
en la execrable traición vil.
Siervo humanado fue Jesucristo,
y siempre Padre Eterno,
más allá del infinito.
Has roto el pacto, y se estinguió la alabanza al Señor, siendo preso del pecado en el infierno.
El corazón contrito,
te ha llevado
a los pies de Cristo;
para que tu daño, por el Altísimo sea restaurado.
La misericordia de Dios
se compadece
de los descarriados;
porque su poderosa mano, la bendición del Universo contiene.
Jesucristo es salvación,
al redimirnos del pecado.
Ten limpio el corazón;
y serás por el Señor glorificado.
Amén. Aleluya.
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