- Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, que encrespa sus ondas.
- Suben a los cielos, descienden a los abismos; sus almas se derriten con el mal.
- Tiemblan y titubean como ebrios, y toda su ciencia es inútil.
- Entonces claman a Jehová en su angustia, y los libra de sus aflicciones.
- Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas.
- Luego se alegran, porque se apaciguaron; y así los guía al puerto que deseaban.
- Oh mi Cristo, en un mar arbolado, trasformas sus apacibles olas.
- Es el mar apocalíptico, la pavorosa visión de lo irremisiblemente letal.
- Ya los que tribialmente el mundo codiciaban, sólo les proveyó su séptica obscenidad fútil.
- Pero Jehová puso oído, a los que en su horrendo y maléfico final se postulaban con socorridas oraciones.
- Y se tornaron en mansas las virulentas olas.
- Ningún otro mar encalmado fue más real, para los piadosos que en su conversión oraban.
- Paz de Cristo
miércoles, 25 de junio de 2025
SALMO 107:25-30 EN CRISTO
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