- Cuando salió Israel de Egipto, la casa de Jacob del pueblo extranjero,
- Juda vino a ser santuario, e Israel su señorío.
- El mar lo vio, y huyó; el Jordan se volvió atrás.
- Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos.
- ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
- Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, y vosotros, collados, como corderitos?
- A la presencia de Jehová tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacob,
- El cual cambió la peña en estanques de aguas, y en fuente de aguas la roca.
- Oh mi Cristo, la elección de tu singular pueblo,
- dio la medida de su espiritual designio.
- Un gran milagro fue su paso sobre seco cuando se apartó el mar.
- ¡Todos fueron misterios insólitos!
- Los sustentó el gran Dios con su diestra cabal.
- Y es que, el pueblo elegido no hizo méritos;
- pero el Altísimo, su precaria virtud probó.
- Porque hiciste brotar unas torrenciales aguas, oh Omnipotente, de la insondable tierra pétrea.
- Paz de Cristo
domingo, 29 de junio de 2025
SALMO 114 EN CRISTO
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