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lunes, 4 de marzo de 2019

HEBREOS 4:13 EN CRISTO

 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quién tenemos que dar cuenta.
En su propósito nada se solapa, aconteciendo en su resolución un ilimitado poder.
Oh Cristo, todo el universo en la Palabra se sustenta,
y conforma una inexpugnable fortaleza; si en ella puedes creer.

El milagro de tu existencia, 
está concernido en la Palabra. 
Oh Cristo Jesús, en el santuario de excelencia,
guardas, oh Todopoderoso, tu omnipresencia que hasta en el lugar más ignoto nos ama.

Oh Señor Jesucristo, tu omnisciencia con estupor abate mi alma, 
al exceder tu sobrenatural creación a mi precario entendimiento.
El ser humano, oh Señor, que en ti cree, vive en la luz de tu gracia,
que desciende del glorioso firmamento.

Oh Sumo Hacedor, Tú eres el autor de la vida, 
y el agua sagrada que sacia nuestra sed.
Concebiste mi estructura de una encriptada semilla,
que ha de morir al mundo, para en santidad crecer.

Oh Redentor Omnipotente, a que inmunda naturaleza estamos encadenados,
que por activa y por pasiva nos ha de instruir con denodada persistencia tu Palabra. 
Y aún con el arrepentimiento y bautismo, seguimos manchando la blancura del vestido con multitud de pecados;
porque ante un entendimiento fatuo, solo cabe el traje de cilicio y ceniza, para postrados atemporalmente a los pies del Rey de reyes, consagrar incorruptible el alma.
                      Paz de Cristo 









domingo, 3 de marzo de 2019

REVESTÍOS DE LUZ EN CRISTO

Qué utopía es, que a través de nuestras fuerzas, oh Cristo, 
sin arruga y sin mancha conservemos el vestido.
Es imprescindible la verdad del Santo Espíritu;
y ante el Hijo del Hombre, tomar la cruz de un auténtico discípulo.

Estábamos sumidos en la obscuridad, oh Cristo Jesús,
subyugados por un mundo errático. 
Y un día le plació revestirnos de su  admirable luz;
para ser predicadores, hasta lo último de la tierra del principio bíblico.

Aún, oh Señor Jesucristo,
has de someter a tus siervos a la prueba de amor más extrema. 
Escenificada, oh Cordero inmolado, en la gloriosa redención de tu voluntario y mortal sacrificio;
y en el que nadie, tomó parte en su defensa.

El genuino paso de fe, 
lo refrenda cumplir con nuestro martirio; si en tu Nombre, ha lugar.
Oh Redentor, Tú disciernes lo pensamientos y la intenciones del corazón, que el mundo no ve;
pero Tú conoces quien se ha negado asimismo, y da su vida por la sagrada verdad.

Qué gran tristeza ha de embargar, 
al que no se humilló en la oración, para buscar tu majestuoso rostro, oh Salvador. 
Porque tu misericordia es para siempre, y a la oveja perdida con determinación fuiste a buscar;
haz que oiga tu voz, como las 99 que en ti se glorian con el vínculo perfecto del amor.
                          Paz de Cristo 





TU PALABRA ANUNCIASTE AL MUNDO, OH SEÑOR

Oh Cristo, hermosa andadura es tu camino completo,
para que la humanidad lo recorra con gozo. 
Vivirlo en tu presencia es lo perfecto;
no es condición indispensable llegar el primero o el último, lo importante es verte el rostro, oh Señor, recostado en tu regazo. 

Oh Cristo Jesús, primordial es refrendar con hechos,
la enseñanza del Evangelio.
Lo que advirtieron tus oídos, 
cuenta como el mayor privilegio.

Oh Señor Jesucristo, derramaste sobre tu Iglesia el don de la fe,
para ser tus heraldos.
Porque todo lo que no se ve,
es la certeza de lo que esperamos.

Oh Salvador, hasta el espacio no escrito en la Biblia,
está lleno de sabiduría. 
Porque en su silencio se forma la coyuntura,
que sirve para contener el precepto de la gracia bendita.

Oh Redentor, Tú fuiste el ejemplo de santidad,
que nos edifica en la estatura del varón perfecto.
Y se le abrirá la eternidad,
al que en el día malo sea hacedor de la Palabra, y la haya escudriñado con su alma, oh Señor, en tu sagrado tabernáculo.
                       Paz de Cristo 



sábado, 2 de marzo de 2019

MATEO 10:22 EN CRISTO

Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi Nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Porque del devenir, nuestro único anhelo es la gloria.
La buenas nuevas manifiestan la salvación del poder eterno,  
y son galardonadoras de la postrera victoria.

Hace más de dos milenios, 
el Verbo se hizo carne, y radiante presidió su sagrado ministerio.
En las familias, causó división entre sus miembros,
al blandir la sobrenatural espada del Evangelio.

Jesús, dijo: El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
No existe ninguna otra opción: o estás con Él o contra Él.
Y será salvo el que hasta el fin, 
obediente a su Palabra es.

Oh Fiel y Verdadero, al perseverar en tu angosto camino;
he ahondado en el trasfondo de la fe, y me ha hecho libre.
Con santificación llegarás a tu celestial destino;
porque sin desmayo, has servido al Invisible. 

Cumplid en vuestro ser los padecimientos de Jesucristo;
y habréis de estar dispuestos a morir, por amor a su Nombre.
Hallará la vida, el que muera en su Espíritu;
y el Rey de reyes, guardará tu alma, en el glorioso paraíso eternamente. 
                            Paz de Cristo 
                       






JUAN 4:49,5O EN CRISTO

El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive.
Y la fe le hizo converso a él y a toda su familia.
Oh Cristo, el don de creer, que solo Tú concedes, sobrenatural es.
En el misterio eterno escoges al discípulo, que del cielo va a ser su ciudadanía,
y derramas sobre su espíritu el don de la fe.

Oh Cristo Jesús, ¿cómo viertes esa gloriosa substancia, 
que da resplandor al ser que en ti cree?
Descender, desciende, oh Señor, de tu gracia,
y con gran poder se sustenta en lo intangible.

Jesús, dijo: El que cree en mí, aunque esté muerto vivirá. 
Porque sin fe no se puede agradar al Señor.
El Omnipotente, siempre te bendecirá;
si en tu vida prevalece el amor.

Oh Señor Jesucristo, Tú eres el autor y consumador de la fe. 
A la invisible creación, con tu Palabra le diste visibilidad.
Porque la gloria que no se ve,
es la plenitud, oh Redentor, de tu sagrada verdad.

Oh Sumo Alfarero, a tu imagen y semejanza  fuimos hechos;
pero sin fe, el barro frágil se torna.
Y solo seremos perfectos, 
cuando los cielos a nuestro nombre nuevo den forma.
                              Paz de Cristo









viernes, 1 de marzo de 2019

MATEO 10:28 EN CRISTO

Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Concernido estás en lo perverso por satanás. 
El que vino a hurtar, matar y destruir te llevó a lo obscuro del abismo. 
¿Por qué hiciste oprobio de la redención; y así subyugado por el Seol, ante el Señor te presentarás?

Arrostra el arrepentimiento, 
con la certeza de que el Rey de reyes se compadece de los que le temen.
El verdadero quebrantamiento, 
purificará tu iniquidad, postrado a los pies del Amén.

La paz del Señor, que sobrepasa todo entendimiento,
acogerá tu alma atribulada. 
Y en su amor, que excede de todo conocimiento,
resplandecerá la piedad, para hacerla bienaventurada.

El Señor Jesucristo, probará tu pureza,
hasta ver que de toda inmundicia ha sido librada el alma.
Oro puro eres con certeza;
porque santificado fuiste, por su bendita gracia.

Y a la final trompeta,
tu alma será arrebatada con la Iglesia del Señor.
La gloria te acogerá con su majestuosa grandeza,
en la perfecta Jerusalén del eterno amor.
                           Paz de Cristo 










OH CRISTO, TÚ VINISTE A SALVARME, HAZLO HOY

En tu tiempo, solo existe el tiempo de Cristo, para salvación.
Consagra al Señor, con profundo celo, un corazón que rebose santidad. 
Y que de él emane un aroma de fragante contrición; 
para hacer fluir en tu interior, los ríos de agua viva de la eterna verdad.

Visualiza la obscuridad del Seol,
con el aterrador silencio de la muerte.
Buscad el rostro del Señor,
que habita la eternidad, con una melodía celestial y un arco iris resplandeciente.

La nueva Jerusalén, oh Rey de reyes, 
será nuestra santa morada.
Y en sus áureas calles, 
vestida de lino blanco lucirá el alma bienaventurada.

Con regocijo pasearemos por la gloria, 
y será su luz el templo del Señor.
No habrá noche ni día; 
provisión de eternidad, es del Omnipotente su fulgor.

El que tenga oídos, oiga.
El Señor Jesucristo, viene con premura.
Y el alma que habrá de ser salva, ha de estar su nombre escrito en el libro de la vida. 
Porque, oh Salvador, de gracia recibió el santo galardón, para ser nueva criatura.
                            Paz de Cristo