VIVO EN TU VOLUNTAD, OH CRISTO

El sometimiento a tu voluntad, oh Cristo, 
nos guarda en el misterio de la salvación.
De las almas es el regocijo,
que viven con quebrantamiento y contrición.

Oh Cristo Jesús, en tu excelsa diestra,
has esculpido nuestra vida.
Creados fuimos a tu imagen y semejanza, 
para ser redimidos en el postrero dia.

Oh Rey de la gloria, a tu Iglesia santa,
la has vestido de lino blanco, en tu eterna morada.
Del Altisimo, es la amada esposa, 
y por su santidad glorificada.

Prodigioso es vivir en el Señor,
y por el don de la fe, se te ha concernido.
Llénate de su amor, 
para ser perfeccionado como genuino discípulo.

Única es tu vida de excelencia, 
dirigida por el Señor Jesucristo. 
Ceñido has de estar por su clemencia, 
y vivirás en la eternidad del Santo Espíritu. 
                           Paz de Cristo 

EL AMOR, PRINCIPIO Y FIN EN CRISTO

Jesús, dijo: Mi poder se perfecciona en la debilidad.
Porque si Él abre la puerta, nadie la puede cerrar. 
Oh Soberano Señor, Tú creaste la eternidad,
para que se pudiera cumplir, el principio y el fin de amar. 

Fruto del Espíritu, 
es el amor.
Eterno es tu propósito,
oh Sumo Formador.

Sé celoso consumador,
de la estatura del varón perfecto.
Clamad al Señor Redimidor,
y por su misericordia seréis santos; porque Él es santo.

Oh Señor Jesucristo, Tú eres el autor y consumador de la fe;
y has dado testimonio del Evangelio, a las naciones. 
Eres Dios, per se. 
Y has derramado sobre la humanidad tus bendiciones. 

Oh Salvador, Tú ere el Alfa y la Omega;
y somos hermanos en tu Nombre.
De los cielos es nuestra ciudadanía eterna. 
Y  la nueva Jerusalén, es para el que persevera en la Palabra, la puerta abierta de salvación del que santo permanece. 
                       Paz de Cristo 

EL MANÁ, VERDAD ETERNA EN CRISTO

Oh Cristo, sustento espiritual y físico es el maná sagrado,
que desciende del trono de la gracia.
Es el invisible alimento que santifica al bienaventurado,
para ser de salvación eterna. 

Lo intangible de la verdad, 
nos lleva al permanente equívoco. 
Cree en el Cordero inmolado, que murió para darte eternidad;
y tu corazón exaltará con sumo gozo, la Unicidad del Señor Jesucristo.

Los inescrutables caminos del Señor Jesús, 
movieron a compasión al ser terrenal. 
Porque no entendió, que su templo en tres días reconstruido, iba a ser la inmensa redención de luz;
y su obediencia irrenunciable al Padre celestial. 

El reino se nos ha acercado,
y lo gobierna la soberana verdad. 
Por su unción has de ser guardado; 
y el Rey de la gloria, por la ignominia de tu alma tendrá piedad. 

Buscad con denuedo y persistencia la única verdad, 
que te llevará al santísimo lugar. 
Desechad la tibieza, por la firme longanimidad;
y veréis al Omnipotente Señor, de la inconmovible paz. 
                              Paz de Cristo 

SALVOS EN EL NOMBRE DE JESÚS

Ceñid vuestra salvación, 
en el Nombre de Jesús. 
Purificad el corazón, 
y transformada será la obscuridad en luz.

Oh Señor Jesús, solo en tu Nombre, 
se recibe poder. 
Y de nuestro conocimiento excede, 
el amor que derramas sobre todo ser. 

Oh Cristo Jesús, la genuina oración, 
nos sustenta en la esperanza. 
Sed dignos de merecer el perdón,
al elevar la incensada santidad, como único propósito en la alabanza. 

Oh Señor Jesucristo, lléname del pensamiento eterno, 
que anuncias en tu Palabra. 
La provisión de lo más bello, 
es del que toma su cruz y a las almas ama. 

Oh Redentor, invoco tu presencia, 
en la congregación de los santos.
Niégate a ti mismo, en la búsqueda de la gloriosa esencia;
y exalta al Todopoderoso, que hizo grande bonanza del  tempestuoso mar y de los huracanados vientos. 

Usa tus sentidos, 
para dar la gloria a Cristo. 
Y que el clamor de tus anhelos, 
sean probados por el fuego del Santo Espíritu.
                         Paz de Cristo 

A MI HERMANA NORMA

El alma desdibujada, 
es del mundo la norma.
Para su gloria, oh hermana, Dios te hizo bienaventurada;
con la delicadeza de una perfecta rosa.

En Cristo, el corazón guarda la belleza,
que es provisión de la gracia.
Solo en el Espíritu es visible la pureza, 
que en tu existir, amada hermana, derramó la sagrada dádiva. 

Mi hermana Norma, en tu mirada de esperanza, 
se enseñorea un horizonte de eternidad.
Haz que la luz de Jesucristo, en cada aurora de tu alma renazca, 
para tener el santo privilegio de estar en la verdad. 
                            Paz de Cristo 
                               

TODO MILAGRO ES EN CRISTO

Oh Cristo, para tu gloria es cada milagro, 
que se hace visible en la creación. 
Del eterno taumaturgo,
tú eres su consumada perfección.

Oh Cristo Jesús, transcendental es en el ser humano,
tu simpar prodigio.
En converso revistes al profano, 
cuando es hacedor del Evangelio. 

Oh Señor Jesucristo, la fe 
sin obras es muerta. 
Lo que no se veía, fue manifiesto en lo que se ve, 
para refrendo de tu enesima magnificencia.

Oh Sumo Hacedor,
las tinajas mandaste llenar de agua.
Y Tú, excelso Creador, 
transformaste su gestación, en la atemporal sangre consagrada del nuevo pacto de la gracia.

Oh Redentor, tu inmolado sacrificio  nos sanó el alma,
en la cruz del Calvario.
Ama al que más te ama, 
y te guardará en su celestial santuario. 
                     Paz de Cristo 

LA LIBERTAD ES TU GLORIA, OH CRISTO

Los desordenados deseos, oh Cristo,
nos desviaron de la única libertad.
Y descendió el Santo Espíritu, 
para revelarnos el conocimiento de la infalible verdad.

El paso del tiempo, oh Cristo Jesús, genera en el corazón 
aristas hirientes.
La herrumbre de su impiedad, omite el perdón, 
sometido a los postulados indolentes.

Guárdanos, oh Señor Jesús,
en tu majestuosa mano. 
Y que sea tu admirable luz,
la sagrada lámpara que resplandezca en el mundo depravado.

Pensad en lo que no contriste al Espíritu Santo, 
que es el perfecto camino de la salvación. 
Eludir el encuentro con lo profano, 
invocando el Nombre de Jesús, en la poderosa oración. 

Inconmensurable libertad, oh Rey de reyes, 
derrama tu gloria. 
Majestuosa ley de leyes, 
que si crees en Jesucristo, al morir resucitarás en eterna victoria.
                           Paz de Cristo