Oh Cristo, sustento espiritual y físico es el maná sagrado,
que desciende del trono de la gracia.
Es el invisible alimento que santifica al bienaventurado,
para ser de salvación eterna.
Lo intangible de la verdad,
nos lleva al permanente equívoco.
Cree en el Cordero inmolado, que murió para darte eternidad;
y tu corazón exaltará con sumo gozo, la Unicidad del Señor Jesucristo.
Los inescrutables caminos del Señor Jesús,
movieron a compasión al ser terrenal.
Porque no entendió, que su templo en tres días reconstruido, iba a ser la inmensa redención de luz;
y su obediencia irrenunciable al Padre celestial.
El reino se nos ha acercado,
y lo gobierna la soberana verdad.
Por su unción has de ser guardado;
y el Rey de la gloria, por la ignominia de tu alma tendrá piedad.
Buscad con denuedo y persistencia la única verdad,
que te llevará al santísimo lugar.
Desechad la tibieza, por la firme longanimidad;
y veréis al Omnipotente Señor, de la inconmovible paz.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario