Tu vida tiene valor eterno,
si se consagra en Cristo.
Eleva la plegaria al cielo,
y recibirás la llenura del Santo Espíritu.
Oh Cristo Jesús, en las vicisitudes vividas,
entenebrecemos el alma.
Retened las buenas dádivas,
y seréis galardonados con la eterna corona.
Oh Señor Jesucristo, sigo con fervor tu Palabra,
que me blinda ante el mal.
El yugo de santidad, no advierte la carga;
porque la sustenta el poder celestial.
Oh Señor Todopoderoso,
nuestras fuerzas se multiplican en tu Nombre.
A la luz del bíblico verso,
todo propósito, con ayuno y oración se cumple.
Oh Rey de la gloria, sin fe,
no te podemos agradar.
A través del Espíritu Santo, que no se ve;
somos ceñidos, por la única y sobrenatural voluntad de amar.
Jesús, dijo: El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Tu Palabra es la provisión del eterno milagro.
Y por su inconmovible verdad tu alma resucitará,
si en Cristo has sido sepultado.
Paz de Cristo
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