TODO PROPÓSITO INCONCEBIBLE SE CUMPLE EN CRISTO

• Entonces Jesús dijo a sus discipulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
• Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de los cielos. 
• Sus discípulos oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
• Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.
• Oh mi Cristo, por tu Sagrada Palabra, son perfeccionados
• tus genuinos siervos.
• Vela para que no sea el diablo,
• el que te haga caer, estando en la sana doctrina firme.
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• asidos estamos por gracia a tu excelsa diestra. 
• Y en este sagrado camino, no hay ningún espíritu perecedero;
• porque eterna es su senda.
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• Oh Alto y Sublime, 
• en la fortaleza de tu gozo, no existe el desencuentro.
• Y porque el ser humano es prefectible, 
• anhelamos cada segundo la eternidad del cielo.
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• Oh Cristo Altísimo, 
• el viento de Sion nos envuelve con su gloria.
• Y es en el Lugar Santísimo, 
• donde nos provee la victoria. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• interiorizar tu abominable crucifixión en el Calvario, es un acto de fe.
• Porque nadie ha dado tanto amor,
• por un pecador que postrado se arrepiente. Y en la genuflexa adoración al Eterno, con el corazón contrito y humillado, besa sus gloriosos pies. 
•                Paz de Cristo 

EL VACÍO CORAZON, DEMANDA TU PRESENCIA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de enmedio de su carne, y les daré un corazón de carne,
• para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. 
• Mas a aquellos cuyo corazón anda tras el deseo de sus idolatrías y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehová el Señor. 
• Oh mi Cristo, el agua bendita que Tú nos das, sacia para siempre la sed, 
• de los que en tu santo nombre están consagrados;
•  porque nuestro Dios es amor.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• ¿se salvarán los vasos rotos, 
• en los que Tú pusiste un espíritu nuevo?
• ¿O volverán a caer en el abismo de los irremisiblemente fatuos?
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• Oh Rey de reyes, 
• lo que obstaculiza a lo necios,
• no son tus misericordias y favores,
• sino las inicuas instrucciones de sus ancestros.
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• Oh Sumo Hacedor, 
• los ríos que surcan la tierra, son los arquitetos que dan forma al paisaje perfecto.
• Y la quietud de las  límpidas aguas en sus meandros de amor,
• nos permiten ver reflejado el grandioso cielo.
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• Oh Alfa y Omega, 
• saca la injusticia de mi corazon, y llénalo de amor.
• Y será salva mi alma,
• cuando tu piedad la alcance, oh Altísimo Señor. 
•                Paz de Cristo 

LO INFINITESIMAL DE LA CREACIÓN ES GRANDIOSO EN CRISTO

• La Biblia dice: Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
• porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto.
• Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 
• Oh mi Cristo, el siervo sin santidad, 
• no entrará en él sobrenatural cielo,
• por su reprobada existencia. 
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• Oh gran Dios,
• tu excelencia desmesurada,
• ha atado todos los cabos, 
• para hacer real una humanidad gloriosa y bienaventurada.
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• Oh Sumo Hacedor, 
• no te faltó pericia, para que fuera excelsa nuestra alma.
• Pero el déficit de amor,
• contravino frontalmente a la Sagrada Palabra. 
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• Oh Santo, 
• excelsa fue la creación de tu obra maestra.
• Pero su séptica alianza con el diablo,
• frustró toda gozosa andadura por la tierra. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• no nos quisiste dejar pendiendo del abismo infernal.
• Y te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz en el monte Calvario;  derramando hasta la última gota de tu preciosa sangre con sublime amor,
• para reconciliarnos con el único Dios y Padre celestial.
•             Paz de Cristo 

EVITA CON DETERMINACIÓN LO MUNDANO, Y AFÍRMATE EN CRISTO

• La Biblia dice: El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, y al hombre la boca del que lo alaba.
• Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él su necedad.
• Oh mi Cristo, siempre me revestirás de tu gracia, 
• para ser edificado en la gloriosa santidad. 
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• Oh Hijo del Hombre, 
• la revelación viene del santuario eterno.
• Y el Todopoderoso nos reveló su majestuoso nombre, 
• cuando dejó el cetro y la corona en su trono del cielo. 
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• Oh Santo de Israel, 
• en tu sinnúmero de milagros no buscaste reconocimiento. 
• Pero si pudiste evaluar el nivel de fe,
• del que anhelaba, oh Señor, que se cumplieran tus prodigios en su esperanzador llamamiento.
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• Oh Alto y Sublime, 
• el espacio del que desea ser santo, es ilimitado en la Sagrada Escritura. 
• Y tiene como columna base, 
• ser en Cristo una nueva criatura.
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• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, 
• la más sublime fragancia emana de tu loor. 
• Porque en tu sobrenatural camino, 
• solo se ven las piadosas huellas del excelso amor.
•                 Paz de Cristo 

LA TRAICIÓN, MÁXIMA PRUEBA EN CRISTO

• Jesús, dijo: El que mete conmigo la mano en el plato, ése me va a entregar.
• A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.
• Oh mi Cristo, de gracia nos as enseñado a amar.
• Y tu excelsa diestra, para siempre nos ha bendecido.
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• Oh Cristo Redentor, 
• la traición del que Tú elegiste, se hizo extensiva al resto de la disoluta humanidad.
• Y fue, oh gran Dios, tu inmolación en la cruz del Calvario, la que redimió y justificó a todo pecador, 
• para que siguiera tus sagradas huellas, por la gloriosa senda de la santísima verdad.
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• Oh Cristo Jesús, 
• nada se puede oponer, 
• a tu sobrenatural plenitud.
• Y es que, únicamente no traspasará el umbral del paraíso, el perdido e insensato, que en tu santo nombre no pudo al fin creer.
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• Oh Rey de la gloria, 
• solo el necio,
• es el que se opone a la grandiosidad, oh Señor, de la eterna victoria; 
• pagada con tu majestuosa sangre, de inconmensurable  precio.
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• Oh Eterno, 
• es vivificantemente reconocible,
• la exaltación del infinito universo, 
• adorando con inusitado fervor al Invisible.
•               Paz de Cristo 

NO HAY VICTORIA, SINO EN CRISTO

• La Biblia dice: Vestíos de toda armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
• Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
• Sí, oh Señor, en el nombre de Jesús, los discípulos han de dar cada paso,
• para tener la visión celestial, con la que al maligno vencieren.
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• Oh mi Cristo, 
• los equívocos se pagan;
• ayúdanos para retener la provisión del Santo Espíritu, 
• que con su gloriosa verdad nos santificará, y los crasos errores serán sepultados en las profundidades del mar.
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• Oh Alto y Sublime, 
• las tinieblas no nos alertan sobre las aberraciones del alma.
• Es como el resplandor que se diluye,
• en el ensimismamiento del que no ama.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• muchos vasos se perdieron, sin que hubiera en ellos una nueva creación.
• Pídele al Señor, que de tu vaso roto haga uno nuevo, 
• para que tu alma sea de salvación. 
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• Oh Santo de Israel, 
• en un descuido, 
• algunos siervos del Altísimo perdieron la fe;
• pasando al yermo desierto del  olvido.
•                   Paz de Cristo 

EL ALMA CAIDA, NO ASUME FACILMENTE LA SANTIDAD EN CRISTO

• Jesús, dijo: Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. 
• Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. 
• Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destrir el alma y el cuerpo en el infierno.
• Oh mi Cristo, no hay bíblica verdad más transparente;
• y cuando se ven del  obscuro corazón sus ciénagas,
• están en consonancia con el fuego del infierno.
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• Oh Alto y Sublime, 
• con tu Santo Espíritu, 
• has de sellarme,
• para morar en el eterno paraíso.
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• Oh Santo, 
• nuestra fidelidad con tu  gloria,
• es hacer un inexpugnable vallado,
• para perseverar hasta la final victoria.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• nuestra incesante adoración,
• nunca loará con desmesura a tu majestuoso nombre, 
• porque en tu muerte, y muerte de cruz, inconmensurable fue tu perdón. 
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• Oh Alfa y Omega, 
• la gracia de traspasar el umbral de la eternidad,
• no muestra hoy la imposibilidad de tocar una estrella.
• Pero nuestra salvación vendrá; porque somos los hijos genuinos, de la santísima verdad. 
•                  Paz de Cristo