- El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.
- Hay quien todo el día codicia; pero el justo da, y no detiene su mano.
- El sacrificio de los impíos es abominación; ¡Cuánto más ofreciéndolo con maldad!
- Oh mi Cristo, en tus genuinos siervos la espiritualidad es espontánea; porque en ningún caso la podrá disfrazar.
- Jamás tendrá límites el que envidia; y esta es la diferencia extrema con el magnánimo.
- De la actitud del profano subyace la maldición; porque todo esta supeditado a la letal e ignominiosa indignidad.
- Paz de Cristo
lunes, 28 de julio de 2025
PROVERBIOS 21:25-27 EN CRISTO
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