NADIE CONOCE LA BENDICIÓN QUE DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO TE TENÍA ASIGNADA EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia dice: Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 
• Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar frutos.
• Oh mi Cristo, confío en tu santo nombre, ninguna mundana vicisitud me arredrará;
• porque en tu sagrado propósito, siempre estarán puestos mis ojos.
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• La Biblia enseña: En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
• a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. 
• En el también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creido en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
• que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
• Oh Eterno,  en tu santísima verdad, 
• hemos fundamentado nuestro espíritu. 
• Y asidos a tu excelsa diestra, 
• lucharemos con denodado celo por la eterna victoria.
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• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• sin merecimientos hemos recibido la celestial gracia. 
• Y seguimos desconociendo el sinnúmero de misericordias y favores, 
• de tu sobrenatural diestra.
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• necesitaríamos cada segundo de nuestra existencia para loarte por tu grandiosa bendición.
• Pero nuestro mayor anhelo,
• oh Rey de la gloria, es morar contigo en tu luz inaccesible a la sazón.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• tu amor es indeleble e inmedible.
• Y en la revelación de tu majestuoso nombre, 
• pudimos comprobar, oh Señor, que tu gloriosa voz es indefectiblemente audible.
•               Paz de Cristo 

EL PRIVILEGIO DE PRACTICAR LA VERDAD EN CRISTO

• Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
• y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
• Oh mi Cristo, los impíos aborrecen tu Sagrada Palabra; porque en el libertinaje de su séptica vida, conlleva un sinfín de obstáculos;
• y es doctrinalmente contraria, a sus sórdidos y disolutos fines.
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• La Biblia dice: Por lo demás, hermanos, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 
• Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis de mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
• Oh Cristo Redentor, en la gran humillacion que asumiste en tu muerte, y muerte de cruz, resplandeció universalmente tu santísima verdad.
• Pero a la gran comisión que Tú asignaste, oh gran Dios, para predicar el Evangelio de la gracia, únicamente nos hemos unido, para testificar en tu majestuoso nombre, los que somos tus fervientes y verdaderos heraldos. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• para dar cumplimiento a tus bíblicos preceptos;
• no cabe, sino profesarte la más solemne adoración, oh Rey de la gloría; y estar firmes espiritualmente, 
• para no caer en la obscena carnalidad de los abyectos.
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• Oh Cristo Altísimo, 
• en tu prescencia contemplaste la apostasía del siervo falso.
• Y con quebrantamiento de espíritu, ante tu gloriosa presencia en el Lugar Santísimo, 
• es donde ha de acudir, oh Sumo Salvador, para que tu misericordia y clemencia le sean propicias al que ha sido altivo y perverso.
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• Oh Alfa y Omega, 
• Tú conoces de principio a fin nuestras veleidades y desvarios. 
• Y es tu excelsa diestra, 
• la que nos prueba día a día, para que afirmados en la única y perfecta verdad, perseveremos sus irreprensibles hijos.
•               Paz de Cristo 

EN TUS JUICIOS SIEMPRE YERRAS, PORQUE TE FALTAN MUCHOS CABOS POR ATAR EN CRISTO

• Jesús, dijo: No juzguéis, para que no seáis juzgados.
• Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
• Oh mi Cristo, has concernido de santificación a tus auténticos heraldos;
• porque ellos son el verdadero puente para el errático; que deambula en la obscuridad perdido. 
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• Jesús, enfatiza: ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 
• El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
• Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
• Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. 
• Oh Cristo de la gloria,
• únicamente en tu Sagrada Escritura, se ve el celestial crecimiento de las espirituales rosas.
• Y serán las que a Cristo Jesús llamarán Señor por el Espíritu, 
• cuando de gracia sea la pureza de su sobrenatural vestido.
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• Oh Santo de Israel, 
• en tu ministerio público, nos enseñaste a no tener doblez de corazón. 
• Y a que no hubiera ningún espacio con desamor en nuestro ser;
• para que pudiere surgir con desmesura el fraternal perdón.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• los mimbres de tu amor son una fortaleza inexpugnable. 
• Y es en la revelación, oh Rey de reyes, de tu majestuoso nombre,
• donde se manifiesta su deidad más loable. 
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• Oh Santo,
• tu paz;
• la paz que viene de lo alto,
• es el culmen de la única senda, que nos ceñirá imperecederamente, oh gran Yo Soy, de la gloriosa e inconmensurable eternidad. 
•              Paz de Cristo 

EL HECHO REAL DEMUESTRA, QUE TÚ TIENES EL GRAN PRIVILEGIO DE SER EL ADMINISTRADOR DE TU VIDA UN TIEMPO; PERO TU ALMA LA JUZGARÁ EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia enseña: ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.
• Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 
• Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
• ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual teneis de Dios, y que no sois vuestros?
• Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
• Oh mi Cristo, el que carnalmente se autosatisface,
• es contrario y está al margen de la Cristocéntrica fe.
• Y al no contar con una mínima asignación bíblica,
• está desoyendo sus gloriosos preceptos, 
• que son propios de los siervos consagrados. 
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• Oh Cordero inmolado, 
• el que guarda en paralelo, lo que fue tu angostísimo sacrificio de cruz;
• éste es el verdadero discipulo bienaventurado,
• que sigue con intachable firmeza, oh Señor, la estela de tu majestuosa luz.
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• Oh Alto y Sublime, 
• despojándote de tu trono celestial, 
• nos hiciste la visitación en carne;
• para que tus sobrenaturales prodigios, deshicieran las septicas obras del mal.
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• Oh Sumo Alfarero, 
• al inicuo que rae toda impureza tu sagrada rueda,
• le transforma en un vaso nuevo,
• para dar testimonio, oh Rey de reyes, de la bendición que la gracia aprueba.  
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• La Biblia dice: Porque tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
• que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros mas no desesperados; 
• perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
• llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 
• Oh Altísimo Cristo, de tu reino de gloria se han revestido tus genuinos siervos;
• para ser por tu majestuoso nombre santificados,
• y por tu excelsa diestra bendecidos,
• oh Eterno, y así poder morar en tus celestiales aposentos. 
•         Paz de Cristo 

EXISTEN MUCHOS IMPOSTORES, QUE SE CREEN SEGUIDORES DE TU MAJESTUOSO NOMBRE, OH CRISTO

• Entonces habló Jesús a la gente y a sus discipulos, diciendo:
• En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 
• Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen y no hacen.
• Oh mi Cristo, a su falsa actitud Tú te estás dirigiendo;
• y es que, en nada coinciden con ser hacedores de los bíblicos preceptos, 
• que ni por asomo les atañen.
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• Y Jesús también dijo: El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
• Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. 
• Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
• Oh Rey de la gloria, únicamente el que es hacedor del Evangelio, 
• será por el cielo bendecido;
• pero ninguna excusa le valdrá al impostor, del hecho nefando.
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• Oh Cristo Redentor, 
• Tú te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz.
• Y momentos antes de expirar, verbalizaste: Consumado es. ¡Quién sino Tú, oh Santo de Israel, pudo redimir y justificar los pecados de toda la humanidad, con su excelso amor!
• Porque no hiciste acepción de personas, oh gran Yo Soy, al redimirnos con tu majestuosa luz.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• tus siervos somos parte de la gran comisión,  que Tú asignaste antes de subir a los cielos.
• Pero la adoración de tu santo nombre, 
• conlleva el ser celosos hacedores de los santos Evangelios.
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• La Biblia enseña: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
• Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
• Oh Cristo Altísimo, por tu Sagrada Palabra el que yerra, sabrá: 
• que lo que anduvo hasta ahora; no fue por las angostas, sino por las anchas sendas.
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• Oh Sumo Hacedor, 
• es tu Sagrada Escritura, la única que no puede redargűir para hacer el irreprensible bien.
• Y en esta transformación, oh Eterno, sólo cabe tu grandioso amor; 
• para santificar el alma, de no se sabe quien. 
•              Paz de Cristo 

LA PERVERSIÓN DEL SER HUMANO, SE SANA DE FACTO CON TU GLORIOSA PAZ, OH CRISTO

• La Biblia dice: Jehová te bendiga, y te guarde; 
• Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
• Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
• Oh mi Cristo, la paz es un misterio celestial muy grande;
• porque asidos a ella día tras día, 
• nos permitirá traspasar el umbral de la eternidad 
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• Oh Hijo del Hombre, 
• todo el que de veras,
• hace invocación de tu majestuoso nombre;
• no otra, sino la eternidad cincela con letras aureas tu eco, oh alma, para que de la gloria seas.
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• Oh Cristo de la gloria, 
• de tu omnipresencia, 
• hemos de hacer memoria,
• para que la doctrina de unicidad, no sea distorsionada de forma infame por la patética obsolescencia. 
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• Oh Soberano Señor, 
• Tú eres uno, y uno tu nombre. 
• Y para más señas eres, oh Cristo Jesús el Sumo Redentor, 
• el Hijo del Hombre. 
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• Oh Altísimo Jesucristo; 
• sobre ti profetizó Isaías: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
• Y es su Santo Espíritu, 
• el que hará permeable en el profano el misterio de la piedad.
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• Oh gran Dios,
• ningún mérito tenemos tus hijos; todo lo inconmensurablemente excelso, oh Rey de reyes y Señor de señores, lo has creado Tú. 
• Por tan glorioso prodigio, tus llamados y escogidos, creemos que el único Dios de universo, es el Santo de Israel; y ese eres Tú, oh Cristo Jesús. 
•              Paz de Cristo 

A NUESTRO ENTENDIMIENTO CARNAL, NO SE LE PUEDE APLICAR TU LENGUAJE ETERNO, OH CRISTO

• La Biblia dice: Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 
• Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
• Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
• y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 
• Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 
• Oh mi Cristo, 
• el gozo eterno es manifiesto en tu excelsa verdad.
• Y en esto se reconocen,
• tus auténticos siervos consagrados;
• porque todo lo ven, con los espirituales ojos de la fe.
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• Oh Cristo Redentor, 
• son exiguas en el inconverso las posibilidades, de que  Dios manifestado en carne haya dado su vida en una cruz para expiar sus pérfidos pecados. 
• Sí, el Omnipotente lo hizo con el más piadoso amor;
• ofrendándole luz de vida con su muerte, al pétreo corazón de los malvados. 
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• Santo de Israel, 
• Tú confirmaste a tus discípulos: Qué al tercer día, levantarías el templo por la barbarie destruido.
• Y su incrédulidad no se lo dejo ver;
• para al final, tener que palpar la sagrada llaga del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• tus límites los perimetra la eternidad.
• Y por tanto, no es fácil entender, que a toda la humanidad en la cruz del Calvario redimiste,
• para que fueran heraldos de la perfecta verdad. 
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• Oh gran Yo Soy, 
• seguro que muchos de los que te vituperan y escarnecen no habrán tenido nunca tan cerca la muerte;
• cuando un día como hoy,
• oh Santo, arrebatarás en las nubes a tu amada Iglesia eternamente. 
•                Paz de Cristo