EL PRIVILEGIO DE PRACTICAR LA VERDAD EN CRISTO

• Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
• y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
• Oh mi Cristo, los impíos aborrecen tu Sagrada Palabra; porque en el libertinaje de su séptica vida, conlleva un sinfín de obstáculos;
• y es doctrinalmente contraria, a sus sórdidos y disolutos fines.
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• La Biblia dice: Por lo demás, hermanos, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 
• Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis de mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
• Oh Cristo Redentor, en la gran humillacion que asumiste en tu muerte, y muerte de cruz, resplandeció universalmente tu santísima verdad.
• Pero a la gran comisión que Tú asignaste, oh gran Dios, para predicar el Evangelio de la gracia, únicamente nos hemos unido, para testificar en tu majestuoso nombre, los que somos tus fervientes y verdaderos heraldos. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• para dar cumplimiento a tus bíblicos preceptos;
• no cabe, sino profesarte la más solemne adoración, oh Rey de la gloría; y estar firmes espiritualmente, 
• para no caer en la obscena carnalidad de los abyectos.
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• Oh Cristo Altísimo, 
• en tu prescencia contemplaste la apostasía del siervo falso.
• Y con quebrantamiento de espíritu, ante tu gloriosa presencia en el Lugar Santísimo, 
• es donde ha de acudir, oh Sumo Salvador, para que tu misericordia y clemencia le sean propicias al que ha sido altivo y perverso.
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• Oh Alfa y Omega, 
• Tú conoces de principio a fin nuestras veleidades y desvarios. 
• Y es tu excelsa diestra, 
• la que nos prueba día a día, para que afirmados en la única y perfecta verdad, perseveremos sus irreprensibles hijos.
•               Paz de Cristo