LA HUMANA PRUDENCIA NUNCA HA DE OBEDECER A SU PROPÓSITO CARNAL, OH CRISTO

• La Biblia dice: El que menosprecia el precepto perecerá por ello;
• mas el que teme el mandamiento será recompensado. 
• La ley del sabio es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte.
• El buen entendimiento da gracia;
• mas el camino de los transgresores es duro.
• Oh mi Cristo, tu gracia es imperecedera en el bienaventurado;
• porque su obra es inherente,
• a la que le ha asignado tu excelsa diestra.
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• Oh Santo de Israel, 
• por ser Dios manifestado en carne, tu vida era simétrica al ser humano; pero nunca existió yerro en su santidad.
• Tus preceptos bíblicos, eran siempre convergentes con la fe,
• para que tu propósito, oh Señor, se consumara desde la eternidad y hasta la eternidad.
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• La Biblia enseña: Ahora, pues, hijos, oidme, y bienaventurados los que guardan mis caminos.
• Atended el consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis. 
• Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas.
• Porque el que me halle, hallará la vida, y alcanzará el favor de Jehová. 
• Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen aman la muerte.
• Oh Rey de reyes, seguiré la angosta senda de tus pasos santísimos;
• no ha lugar otra trocha de más gloria, por la que los advenedizos properaréis.
• Y huiréis de las obras abyectas, 
• que Dios nunca aprobará. 
• Y es que, su don de gracia en el siervo santo revierte.
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• Oh Cristo Jesús,
• asumiremos gozosos las celestiales pruebas. 
• Y será, oh Rey de la gloria, tu admirable luz,
• la que nos alumbrará con su buenas nuevas.
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• Oh Sumo Hacedor,
• todo lo haremos para loar tu excelsa gloria. 
• Y profesandote el más grandioso amor,
• recibiremos, oh Eterno, tu inconmensurable misericordia.
•              Paz de Cristo