- La Biblia dice: Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
- por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
- vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
- al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;
- a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
- Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
- Oh mi Cristo, en tu Sagrada Palabra no ha lugar la autocomplacencia,
- porque su bendito conocimiento nos ha sido dado por tu inconmensurable aquiescencia.
- Y los que creemos en el Fundamento,
- estamos concernidos en la santísima verdad,
- que emana de tu celestial candor.
- oh Santo Espíritu.
- La Biblia enseña: Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
- enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
- aguardando la esperanza bienaventurada y manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
- quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
- Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
- Oh Santo de Israel, la opacidad de nuestra mirada, se cura con la majestuosa luz de tus sobrenaturales bendiciones.
- Doctos seremos, si buscamos incesantemente la irrefutable verdad del Santo Espíritu.
- Y porque tu misericordia es para siempre,
- oh Señor, preservados seremos por tus glorias,
- que resplandecerán aun en la entenebrecida noche.
- Oh Cristo Redentor,
- no existe ninguna humana perversión, que tu sangre derramada en la cruz del Calvario no haya podido redimir.
- Sí, porque ningún mal subyace ante la magnificencia de tu excelso amor;
- por ser Tú, oh gran Yo Soy, el primero y el último, el principio y el fin.
- Oh Cristo Altísimo,
- no dejaste ningún cabo suelto, al redimir a toda la inmunda e insolente humanidad; cuando venciste con tu muerte, y muerte de cruz al imperio de la muerte.
- Y para santificar nuestra alma, tenemos la inmensa gracia de poder entrar al Lugar Santísimo;
- y ser equidistantes con las insidias del maligno, por la propiciación del Señor Omnipotente.
- Oh Rey de reyes, y Señor de señores,
- debido a nuestra obsolescencia, nunca podríamos abrir la puerta de la gloria.
- Pero por tus misericordias y favores,
- oh Hijo del Hombre, seremos de gracia, y sólo de gracia coronados en victoria.
- Paz de Cristo
lunes, 17 de julio de 2023
LA PIEDAD, VESTIDO AL QUE NUNCA HAS DE RENUNCIAR EN CRISTO
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