Powered By Blogger

miércoles, 19 de julio de 2023

TODO AQUEL QUE CREE Y ES HACEDOR DE LA SAGRADA PALABRA, RESUCITARÁ EN CRISTO

  • La Biblia dice: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
  • para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
  • que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
  • Oh mi Cristo, Tú viniste a deshacer los horrendos hechos,
  • que habíamos heredado de los disolutos ancestros,
  • para dejar expedito el glorioso camino que nos ha de llevar al cielo. 

  • Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros. 
  • El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 
  • La invocación de tu majestuoso nombre, oh Cristo Jesús, la hacen únicamente tus auténticos siervos;
  • porque ellos son los que dan testimonio al mundo, de que Tú, oh Señor, diste tu vida para su gloriosa redención, al ser colgado sumarísimamente en un madero.

  • Oh Alto y Sublime, 
  • el misterio más encriptado de la historia universal, oh gran Dios, es tu muerte, y muerte de cruz, para dar vida y vida en abundancia a la perversa y errática humanidad. 
  • Es imposible asumir para el obscuro paganismo, que el Creador del universo, para salvar al que se había perdido, diera su vida inmolandose voluntariamente, para vencer con su muerte al imperio de la muerte,
  • con su santísima y perfecta verdad.

  • Oh Cristo Altísimo, 
  • Tú no viniste a condenar a condenar al mundo, sino a salvar al mundo.
  • Y es que, el alma rendida a tus pies con quebrantamiento de espíritu, tiene por tu piedad, oh Rey de la gloria, a tiempo y fuera de tiempo entrada al Lugar Santísimo, 
  • para sepultar su séptico espíritu moribundo. 

  • Oh Santo de Israel, 
  • tus verdaderos siervos elevamos al cielo nuestro clamor, 
  • para darte las gracias por el don de la fe,
  • que nos ha hecho interiorizar de gracia, oh gran Rey, tu excelso e incomparable amor.
  •                  Paz de Cristo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario