- Jehová, a ti he clamado: apresúrate a mí; escucha mi voz cuando te invocare.
- Suba mí oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde.
- Oh mi Cristo, de tu bendición estaré pendiente cuando a mi alma purificare,
- para de toda inmundicia limpiarme.
- Pon guarda a mi boca, oh Jehová; guarda la puerta de mis labios.
- No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, a hacer obras impias con los que hacen iniquidad; y no coma yo de sus deleites.
- Guárdame del maligno; protégeme de sus sépticos agravios,
- oh Rey de reyes.
- Que el justo me castigue, será un favor, y que me reprenda será un excelente bálsamo que no me herirá la cabeza; pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquellos.
- Serán despeñados sus jueces, y oirán mis palabras, que son verdaderas.
- Como quien hiende y rompe la tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol.
- Oh Altísimo, Tú viniste a deshacer, del diablo sus hechos;
- y dar a la humanidad tus buenas nuevas,
- que santificarán su errático corazón.
- Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, mira mis ojos; en ti he confiado; no desampares mi alma.
- Guárdame de los lazos que me han tendido, y de las trampas de los que hacen iniquidad.
- Caigan los impíos a una en sus redes, mientras yo pasaré adelante.
- Oh Alfa y Omega,
- únicamente en tu glorioso nombre conoceremos la verdad,
- que iluminará nuestra obnubilada mente.
- Oh Santo de Israel,
- tu sobrenatural balanza,
- nunca yerrará, tanto en el peso del corazón fiel como en el del infiel;
- y es que, definirá meridianamente a toda alma santa.
- Paz de Cristo
domingo, 23 de julio de 2023
SALMO 141:1,2 EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario