- La Biblia dice: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a sus propósitos son llamados.
- Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito de muchos hermanos.
- Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
- Oh mi Cristo, el hecho irrefutable es que en tu majestuoso nombre hemos sido santificados,
- para ser de la excelsa gloria siervos dignos,
- del gran Dios que espiritualmente siempre nos edificó.
- La Biblia enseña: Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor a Cristo.
- Y ciertamente, aun estimó todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
- y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
- a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
- si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
- No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
- Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
- prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
- Oh Santo, recibir tu miltiforme gracia preciso,
- para ser perfeccionado con la revelación del Sagrado Escrito.
- Porque sin ojos espirituales no se ve,
- de lo que tu ser ha de gloriarse,
- con los supremos beneficios eternos.
- Percibir tu majestuosa luz,
- oh Señor, es la provisión sobrenatural más radiante,
- que nos revestirá de la eterna plenitud.
- Oh Hijo del Hombre,
- profesarte adoración,
- es lo que nos llevará a ser perfectos siervos a la postre,
- con la sabiduría de un piadoso corazón.
- Oh Sumo Hacedor,
- nuestro grado de elección por haber sido creados, no obra en consonancia de ninguna asignación dada.
- Todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, fue concebido por el Creador,
- para darle a Él toda la gloria, como reconocimiento de un alma bienaventurada.
- Oh Eterno,
- para toda la redimida humanidad,
- Tú hiciste el glorioso cielo;
- pero para tal fin, hay que ser hacedor de la única y perfecta verdad.
- Paz de Cristo
jueves, 27 de julio de 2023
NO EXISTE NADA MÁS GLORIOSO QUE VIVIR EN CRISTO
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