- Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos; respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
- Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.
- Oh mi Cristo, es en la senda de tu excelsa gloria,
- donde no se puede ocultar nuestro espíritu vano.
- Porque ha perseguido el enemigo mi alma; ha postrado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.
- Y mi espíritu se angustió dentro de mí; está desolado mi corazón.
- Oh Rey de reyes, ¿habrá
- alguna dificultad para ti, en dar vida al valle de los huesos secos?
- ¿O será tu sola potestad, la que dirima su conveniencia a la sazón?
- Me acordé de los días antiguo; meditaba en todas tus obras; reflexionaba en las obras de tus manos.
- Extendí mis manos a ti, mi alma a ti como la tierra sedienta.
- Oh Sumo Alfarero, en la sobrenatural rueda, moldeaste con primor los que ni siquiera parecían ser vasos;
- pero Tú, oh Señor, los transformaste, para de gracia darles vida nueva.
- Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, no venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.
- Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; Hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma.
- Oh Hijo del Hombre, ¿será factible ver la eternidad, añadiendo un palmo a mi estatura?
- O indefectiblemente, perseveraré en la búsqueda de tu rostro para ser salvo, oh gran Yo Soy, y así en el día postrero, por tu grandiosa piedad podré morar en tu gloria santa.
- Líbrame de mis enemigos, oh Jehová; en ti me refugio.
- Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guie a tierra de rectitud.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo,
- la angostísima senda, me llevará a ver indubitablemente tu admirable y majestuosa luz.
- Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás; por tu justicia sacarás mi alma de angustia.
- Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos, y destruirás a todos los adversarios de mi alma, porque yo soy tu siervo.
- Oh gran Dios, llena mi ser del radiante mediodía;
- para que tu fortaleza sea mi gozo, sin que medie el terrenal tiempo.
- Paz de Cristo
domingo, 23 de julio de 2023
SALMO 143:1,2 EN CRISTO
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