LA CONVIVENCIA CON LO ATRABILIARIO QUITA LA BENDICIÓN EN CRISTO

• La Biblia dice: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
• ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
• ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
• Por lo cual, salid de enmedio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, 
• y seré a vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. 
• Oh mi Cristo, no existe ninguna actitud atrabiliaria, sin las ignominiosas quejas;
• porque el infundio, 
• viene dado por el necio.
• Y todo oprobio condenaré;
• para separar a el alma inmunda, del siervo glorioso. 
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• Jesús, dijo: La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;
• pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
• Oh Santo de Israel, en tu Sagrada Palabra, del cumplimiento de todo preceto emana plenitud,
• para raer todas las impurezas diabólicas.
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• Oh Cristo Redentor,
• en tu indeleble sacrificio, deshiciste con tu bondad la maldad; y con tu muerte al imperio de la muerte. 
• Y tan sobrenatural fue tu candor, 
• que a toda la séptica humanidad redimiste. 
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• Oh Santo, 
• tu obra en la cruz del Calvario, fue cabalmente perfecta; y momentos antes de expirar, verbalizaste: Consumado es. 
• Y hasta en lugar del universo más ignoto, 
• se supo que Tú, oh Hijo del Hombre, eres el autor y consumador de la fe.
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• Oh Eterno, 
• el umbral de tu excelsa gloria, no lo traspasará el que tenga un vestigio de atrabiliario.
• Porque en el sobrenatural cielo, 
• solo hay un Dios en el trono, y Él tiene la llave del único santuario.
•                   Paz de Cristo