EFÍMERA ES TU VIDA, ADMINÍSTRALA CELOSAMENTE EN CRISTO

• La Biblia dice: ¡Vamos ahora! lo que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;
• cuando no sabéis lo que ocurrirá mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina qye se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
• En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. 
• Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
• y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. 
• Oh mi Cristo, nuestros exacerbados comportamientos,
• en el texto bíblico, son antagónicos preceptivamente.
• En el perfecto siervo ha de obrar el arrepentimiento,
• para limpiar su alma;
• y tener la prerrogativa de ser bienaventurado. 
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• La Biblia enseña: Porque para todo lo que quisieres hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él;
• pues no sabe lo que ha de ser; y el cuando haya de ser, ¿quién se lo enseñará?
• No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee.
• Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en el que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.
• Oh Santo de Israel, 
• el Espíritu de tu Sagrada Palabra, es la espada que a toda alma juzgará.
•  No habiendo acepción de personas, para que nadie del juicio se libre;
• y pesar todo corazón en la sagrada balanza, aun el genuinamente puro.
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• Oh Cristo Redentor, 
• lo que se subió al tiempo efímero fue tu ministerio público. 
• Y en tus excelsas huellas hubo tan inconmensurable amor,
• que en tan escaso tiempo, y un momento antes de expirar, nos diste el majestuoso perdón del gran Dios, que es uno, y único. 
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• Oh Santo, 
• nada raerá la fidelidad de tus probos siervos.
• Y es que, la recibieron de lo alto;
• teniendo cincelados en la tabla del corazón, los gloriosos nandamientos. 
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• Oh Eterno, 
• era imposible que algo te pudiera contener;
• ni siquiera el infinito universo,
• en el que estás perennemente con tu ubicuo ser.
•                Paz de Cristo