- La Biblia dice: Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel.
- Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.
- Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la casa de Jehová, y regará el valle de Sitim.
- Egipto será destruida, y Edom será vuelto en desierto asolado, por la injuria hecha a los hijos de Judá; porque derramaron en su tierra sangre inocente.
- Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén por generación y generación.
- Y limpiaré la sangre de los que no había lompiado; y Jehová morará en Sion.
- Oh mi Cristo, tus verdaderos siervos perciben tu sobrenatural justicia por la fe;
- y tan preciado don, dado de gracia, invariablemente acierta.
- En el valle de Acacia, junto al Jordan, fue antes de entrar en la tierra prometida el último campamento al fin.
- Y en lo irreverente,
- como fatal obstinación,
- se hicieron presentes los hechos de obscenidad, como alienante definición.
- Oh Hijo del Hombre,
- en la humanidad, persiste el anatema del flagrante fornicario;
- que toma en vano tu santo nombre,
- haciendo desdén de tu glorioso santuario.
- Jesús, dijo: El espíritu es el que da vida; la carne par nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
- Pero hay algunos de vosotros que no creen.
- Lo falsarios fariseos, son el claro ejemplo de los que no me han recibido de corazón cada día;
- y en su impostura, perniciosamente crecen.
- Oh Santo,
- únicamente el que tiene la asignación de tu excelsa diestra,
- será salvo.
- De los perros, te apiadarás si se arrepienten; porque para siempre es tu misericordia.
- Oh Eterno,
- Tu eres muy celoso de tu gloria.
- Y nunca podrá entrar lo inmundo en tu santísimo cielo;
- porque sólo a tus escogidos siervos, por tu inmarcesible paciencia coronarás en victoria.
- Paz de Cristo
jueves, 13 de julio de 2023
LA SANTA PACIENCIA VIENE DEL APACIBLE VIENTO DE SION, OH CRISTO
miércoles, 12 de julio de 2023
TU ALMA ÚNICAMENTE SERÁ SALVA, SI CREES EN CRISTO
- Jesús, dijo: Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el numdo sea salvo por él.
- El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creido en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
- Y esta es la condenación; que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
- Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
- Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
- Oh mi Cristo, no hay siervo más genuino, que el que no obra por vista, sino por fe.
- Excluyendo de su vida lo mundano, para asirse al Cristocéntrico reino de los siervos consagrados.
- Y pasarán al olvido las infectas contiendas,
- para ser al fin vencidas,
- por tus irreprensibles discípulos.
- Jesús, constata: Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
- Habrá algo de cumplimiento más digno, que lo que asevera el Santo de Israel, el único Dios manifestado en carne.
- Sí, Él es el Todopoderoso que nos está santificado,
- para que nuestra alma se salve.
- Jesús, enseña: Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
- Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
- No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
- De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
- Yo soy el pan de vida.
- Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.
- Éste es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
- Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para sienpre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
- Oh Fiel y Verdadero,
- Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
- Tú eres el Eterno, nadie puede suplirte.
- Y el que no cree en tu majestuoso nombre, a su alma condena;
- esta es la preceptiva sentencia, por nadie desmentida.
- Porque a los que fenecieron,
- el lago de fuego azufre les espera;
- y la vergüenza y confusión por la eternidad da inicio, con el llanto y crujir de dientes del séptico espíritu moribundo.
- Oh Cristo Jesús,
- en tu gracia estamos completos.
- Y poder traspasar el umbral de tu inaccesible luz,
- es el mayor de nuestros anhelos.
- Oh Alfa y Omega,
- ningún acrisolado primor,
- está fuera del Evangelio de la gracia;
- porque únicamente en sus preceptos, oh Rey de la gloria, vive tu excelso amor.
- Paz de Cristo
HAZ LA GLORIOSA VOLUNTAD DEL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
- La Biblia dice: No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardon;
- porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
- Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
- Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediese, no agradará a mi alma.
- Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
- Oh mi Cristo, cuando la espontaneidad brota sin prejuicios del corazón,
- es la mayor esperanza de nuestra celestial recompensa.
- Y todo propósito con precisión se ajustará,
- cuando el genuino siervo ama,
- al ser errático que nunca ama.
- Jesús, dijo; Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
- Y ésta es la voluntad del Padre que me envió: Que de todo lo que ne diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
- Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
- Oh Cristo Redentor, en tu muerte, y muerte de cruz: la más perfecta obra redentora se consumó.
- Y al tercer día fuiste el primogénito de los muertos resucitado;
- revistiendo de inconmensurable fe, al que estuviera espiritualmente muerto.
- Oh Alto y Sublime,
- Tú nunca dudaste sobre mí inequívoca conversión.
- Y estaré celosamente firme,
- oh Rey de la gloria, para rendirte obediencia a la sazón.
- Oh Fiel y Verdadero,
- nada me será audible, sino el mensaje santo del viento de Sion.
- Y me guardaré del inmundo paradero,
- que promueve el séptico corazón.
- Oh Santo,
- me asiré a la buena dádiva,
- y el don perfecto de lo alto;
- porque viviré solemnemente, oh Señor, la magnificencia de tu sabiduría bíblica.
- Paz de Cristo
martes, 11 de julio de 2023
NO HAGAS RÉPLICAS FUERA DEL CONTEXTO ESPIRITUAL EN CRISTO
- Jesús, dijo: No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
- Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;
- y los enemigos del hombre serán los de su casa.
- El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;
- y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno dr mí.
- El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
- Oh mi Cristo, nos reconforta saber que de gracia surge nuestra vida,
- y que la preservas con tu excelsa diestra.
- Y que, oh Señor, bienaventurada será en ti,
- hasta el día del fin,
- porque en tu inexpugnable regazo se guardará.
- Jesús, enseña: ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo os digo?
- Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quien es semejante.
- Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.
- Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.
- Oh Cristo Altísimo,
- en tu Sagrada Palabra, mi alma siente el gozo de que su edificación espiritual es incesante.
- Y es que, el que con denuedo se afirma en la senda angosta,
- traspasará el umbral de la gloria.
- Oh Cristo Jesús,
- Tú nos has dejado un glorioso surco para la siembra.
- Y únicamente el que reciba el resplandor de tu majestuosa luz,
- oh gran Yo Soy, la hará perfecta.
- Oh Santo,
- nadie se puede extraviar, si pone tu Evangelio por obra.
- Y profesando la sabiduría de lo alto,
- se consumará la eterna victoria.
- Oh Eterno,
- en tu Palabra, fervientemente hemos confiado;
- cuando verbalizaste, que contigo sería nuestra morada en el cielo.
- Porque de gracia, cada uno de tus escogidos era un siervo aprobado.
- Paz de Cristo
TU BENIGNIDAD AUMENTA DE FORMA GEOMÉTRICA CON LA ILIMITADA FE EN CRISTO
- Jesús, dijo: Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
- Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
- Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
- Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque el es benigno para con los ingratos y malos.
- Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
- Oh mi Cristo, tu enseñanza es gloriosa; si la asume el que en lo carnal anda;
- porque entre lo que santamente quería hacer y su visceralidad existe un diametral antagonismo.
- En el profano, manda la inercia de su séptico hábito;
- pero en el que sigue tus sagradas huellas, oh Santo,
- habrá que confiar en su espíritu bondadoso.
- Jesús, enseña: La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;
- pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
- Oh Rey de reyes, el que se hubiere revestido de tu magnificente plenitud,
- verá la primorosa luz de las almas Cristocéntricas.
- Oh Cristo Redentor,
- en la inconmensurable paz de tu sacrificio en la cruz del Calvario,
- desestimaste con el majestuoso perdón, todo humano rencor;
- que es lo que habitualmente se desprende, del perverso ser atrabiliario.
- Oh Hijo del Hombre,
- sabiendo que para ser de tu gloria salvo, insoslayablemente interviene,
- el creer con toda el alma en tu santo nombre;
- no le queda otra opción, sino la vergüenza y confusión por la eternidad, al que este precepto bíblico no obedece.
- Oh Santo de Israel,
- tu excelsa verdad, no se sustenta en ninguna componenda veleidosa;
- porque a la sazón, Tú eres el autor y consumador de la fe,
- habiéndonos dado el perfecto cumplimiento de la Sagrada Palabra más profética, y por ende más prodigiosa.
- Paz de Cristo
ABRE TUS OJOS ESPIRITUALES EN CRISTO
- La Biblia dice: Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
- Pero Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
- Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
- Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
- lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas con sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
- Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
- En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
- Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
- Oh mi Cristo, ¿cuánta obscenidad ata al hombre, que es herencia del obscurantismo ancestral?
- Pero de esta abominable iniquidad, están al margen los consagrados;
- porque todo ellos por la excelsa diestra del Señor, fueron santificados.
- Y es que, el que vive postrado a los pies de Cristo; todo trapo de inmundicia, de su santo ser ha raido.
- Porque la gracia celestial,
- a limpiado lo estéril tan profundamente,
- que nada más asume,
- la perfecta verdad del Espíritu.
- Jesús, dijo: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
- Pero hay algunos de vosotros que no creen.
- Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
- Y unicamente de lo alto interiorizaremos la eterna sabiduría;
- porque no existe,
- fuera del Omnipotente que todo lo sabe.
- Oh Alto y Sublime,
- tu multiforme gracia, en los siervos que creen en tu majestuoso nombre,
- se manifiesta invariablemente,
- oh Hijo del Hombre.
- Oh Sumo Alfarero,
- en tu gloriosa rueda, se hace visible la misteriosa transformación,
- del que es inherente a un nuevo nacimiento,
- al reconocerse en su vivificante corazón.
- Oh Rey de la gloria,
- toda santidad nos viene dada por la magnificencia del Santo Espíritu.
- E irreprensibles buscaremos tu santísimo rostro en victoria,
- oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Paz de Cristo
lunes, 10 de julio de 2023
EN TU TIEMPO PERFECTO, ÚNICAMENTE VIVEN TUS CONSAGRADOS SIERVOS, OH CRISTO
- La Biblia enseña: Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
- Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
- Oh mi Cristo, la gracia de los santificados,
- se puede palpar en el vivificante latir de su rendido corazón.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- de tu bendita e inconmensurable gracia,
- ninguno de los seres humanos que pisamos esta tierra nos hemos hecho merecedores;
- pero el más grandioso beneplácito, revirtió sobre nosotros tu excelsa diestra.
- Oh Hijo del Hombre,
- tu celestial gozo es nuestra fortaleza.
- Y en la revelación de tu santo nombre,
- imteriorizamos tu majestuosa certeza.
- Oh Cristo Redentor,
- tu abominable sacrificio en la cruz del Calvario,
- redarguye la inercia del que no ha raido definitivamente de su ancestral memoria la obscenidad del pecador;
- aunque no le doblega hasta el extremo, de no rendir cuentas al que todo lo ve desde el eterno santuario.
- Oh Alto y Sublime,
- todas tu creación es perfecta.
- Y cuando cometes el desliz de no tener el suficiente equilibrio para estar firme,
- le das toda la gloria al gran Yo Soy, pidiéndole con el corazón contrito y humillado su piadoso perdón, por tu execrable torpeza.
- Paz de Cristo
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