Los desordenados deseos, oh Cristo,
nos desviaron de la única libertad.
Y descendió el Santo Espíritu,
para revelarnos el conocimiento de la infalible verdad.
El paso del tiempo, oh Cristo Jesús, genera en el corazón
aristas hirientes.
La herrumbre de su impiedad, omite el perdón,
sometido a los postulados indolentes.
Guárdanos, oh Señor Jesús,
en tu majestuosa mano.
Y que sea tu admirable luz,
la sagrada lámpara que resplandezca en el mundo depravado.
Pensad en lo que no contriste al Espíritu Santo,
que es el perfecto camino de la salvación.
Eludir el encuentro con lo profano,
invocando el Nombre de Jesús, en la poderosa oración.
Inconmensurable libertad, oh Rey de reyes,
derrama tu gloria.
Majestuosa ley de leyes,
que si crees en Jesucristo, al morir resucitarás en eterna victoria.
Paz de Cristo
viernes, 30 de noviembre de 2018
jueves, 29 de noviembre de 2018
SOLO CON PUREZA DE ESPÍRITU, AMAS EN CRISTO
Del Espíritu de Cristo, parten el pensamiento y la Palabra,
que visten de transparente luz el universo.
La eternidad, es del que ama,
con la sublime precisión del bíblico verso.
Oh Señor Jesucristo, la pureza de los sentidos,
se manifiesta en la solemne unción de tu mirada, tacto, gusto, olfato y audición sobrenatural.
De repente, por el Santo Espíritu, fuimos bendecidos
con el bautismo de fuego, que descendió como un precioso don celestial.
La santidad de espíritu, alma y cuerpo,
obedece al Cristocéntrico sentimiento sin mácula.
Tú eres un propósito eterno,
que en el Rey de la gloria edificas la santa morada.
Cristo Jesús, desestimó su gloria y se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz,
para darte vida eterna.
Contempla con sagrado valor, cada segundo de tu existencia; porque eres hijo de la luz,
para una santificación plena.
Santo, santo, santo eres Omnipotente Señor,
en tu omnisciencia y omnipresencia.
La blindada eternidad, la traspasa el alma con excelente pureza de amor;
y es salva, oh Señor, por tu sacrosanta clemencia.
Paz de Cristo
que visten de transparente luz el universo.
La eternidad, es del que ama,
con la sublime precisión del bíblico verso.
Oh Señor Jesucristo, la pureza de los sentidos,
se manifiesta en la solemne unción de tu mirada, tacto, gusto, olfato y audición sobrenatural.
De repente, por el Santo Espíritu, fuimos bendecidos
con el bautismo de fuego, que descendió como un precioso don celestial.
La santidad de espíritu, alma y cuerpo,
obedece al Cristocéntrico sentimiento sin mácula.
Tú eres un propósito eterno,
que en el Rey de la gloria edificas la santa morada.
Cristo Jesús, desestimó su gloria y se humilló hasta la muerte, y muerte de cruz,
para darte vida eterna.
Contempla con sagrado valor, cada segundo de tu existencia; porque eres hijo de la luz,
para una santificación plena.
Santo, santo, santo eres Omnipotente Señor,
en tu omnisciencia y omnipresencia.
La blindada eternidad, la traspasa el alma con excelente pureza de amor;
y es salva, oh Señor, por tu sacrosanta clemencia.
Paz de Cristo
miércoles, 28 de noviembre de 2018
LLENAD EL CORAZÓN DEL ESPÍRITU EN CRISTO
La alabanza que sale de la contrición,
es un himno de rendición a los pies de Cristo.
Clamad al cielo para ser dignos del eterno perdon,
y sed constantes en la oración, que sella con la llenura del Santo Espíritu.
Oh Cristo Jesús, el fuego del lugar santísimo,
abre caminos en la obscuridad.
La luz del Altísimo,
manifiesta el radiante resplandor de la verdad.
Oh Rey de reyes, tu sagrada unción,
confiere al cuerpo humano, ser templo del Espíritu Santo.
Y se traduce en el fiel quebrantamiento del corazón,
ante la sublime presencia del Señor de lo alto.
Oh Señor de señores, tu gloria,
no da lugar a la confusión.
Es proclamar la victoria,
en el Nombre de Jesús, único Nombre dado a los hombres para su salvación.
Oh Redentor, el Espíritu nos descubre la genuina santidad,
con su infalible revelación.
Has de amar al Salvador, con tal intensidad,
que el gozo de tu alma en la nueva Jerusalén, siempre será de eterna adoración.
Paz de Cristo
es un himno de rendición a los pies de Cristo.
Clamad al cielo para ser dignos del eterno perdon,
y sed constantes en la oración, que sella con la llenura del Santo Espíritu.
Oh Cristo Jesús, el fuego del lugar santísimo,
abre caminos en la obscuridad.
La luz del Altísimo,
manifiesta el radiante resplandor de la verdad.
Oh Rey de reyes, tu sagrada unción,
confiere al cuerpo humano, ser templo del Espíritu Santo.
Y se traduce en el fiel quebrantamiento del corazón,
ante la sublime presencia del Señor de lo alto.
Oh Señor de señores, tu gloria,
no da lugar a la confusión.
Es proclamar la victoria,
en el Nombre de Jesús, único Nombre dado a los hombres para su salvación.
Oh Redentor, el Espíritu nos descubre la genuina santidad,
con su infalible revelación.
Has de amar al Salvador, con tal intensidad,
que el gozo de tu alma en la nueva Jerusalén, siempre será de eterna adoración.
Paz de Cristo
lunes, 26 de noviembre de 2018
EL AMOR, UNIÓN ETERNA EN CRISTO
Oh Cristo, nada supera el poder de tu amor,
todo se enseñorea en su paz.
Por el Espiritu, revelas la verdad de la Palabra, oh Señor,
que es tu majestuosa eternidad.
Amar es el principio bíblico,
que compendia la inefable sabiduría del Rey de reyes y Señor de señores.
El amor vence a todo lo inicuo,
y es indulgente con las más abyectas depravaciones.
Cristo Jesús, dijo: Si no das tu vida por mí, no eres digno de seguirme.
Amarte, oh Señor Jesucristo, es inequívoca obediencia a tu Sagrada Escritura.
Y que el amor del corazón ferviente,
haya alcanzado la gracia, de ser en Cristo, una nueva criatura.
Nada se sostiene sin amor,
en el siervo del Señor Omnipotente.
Y hasta que sobre el altar de tu alma, no sea derramada la unción del Eterno Creador;
no estará escrito en los cielos, tu bienaventurado nombre.
La salvación es imposible para el hombre,
dijo, el Señor Jesús.
Mas el Cordero inmolado, derramó hasta la última gota de su preciosa sangre,
para que nuestro ser vea su eterna luz.
Paz de Cristo
todo se enseñorea en su paz.
Por el Espiritu, revelas la verdad de la Palabra, oh Señor,
que es tu majestuosa eternidad.
Amar es el principio bíblico,
que compendia la inefable sabiduría del Rey de reyes y Señor de señores.
El amor vence a todo lo inicuo,
y es indulgente con las más abyectas depravaciones.
Cristo Jesús, dijo: Si no das tu vida por mí, no eres digno de seguirme.
Amarte, oh Señor Jesucristo, es inequívoca obediencia a tu Sagrada Escritura.
Y que el amor del corazón ferviente,
haya alcanzado la gracia, de ser en Cristo, una nueva criatura.
Nada se sostiene sin amor,
en el siervo del Señor Omnipotente.
Y hasta que sobre el altar de tu alma, no sea derramada la unción del Eterno Creador;
no estará escrito en los cielos, tu bienaventurado nombre.
La salvación es imposible para el hombre,
dijo, el Señor Jesús.
Mas el Cordero inmolado, derramó hasta la última gota de su preciosa sangre,
para que nuestro ser vea su eterna luz.
Paz de Cristo
domingo, 25 de noviembre de 2018
BLÍNDATE EN CRISTO
Oh Cristo, ante lo insospechado,
habré de enfrentarme.
Por nada ominoso seré subyugado;
confío en ti, oh Señor, eres mi espiritual blindaje.
Oh Cristo Jesús, buscamos febrilmente la revelación de tu Palabra,
para guardar con sumo celo tus mandamientos.
Y no seremos objetivo de la asechanza,
que del maligno son enmascarados predicamentos.
Oh Señor Jesucristo, la perfecta sabiduría,
es potestad de tu glorioso reino.
Haz que nuestra percepción de cada día,
sea dar cumplimiento al Evangelio.
Oh Rey de reyes, tu majestuoso pensamiento,
es la santa provisión de nuestro existir.
Los versículos bíblicos propician el eterno sustento,
y nos edifican en el sobrenatural devenir.
Oh Redentor, blíndame con la gracia de tu redención,
y da a mis pasos santidad.
Con desvelo elevo al cielo la persistente oración,
que a mi alma dé salvación de eternidad.
Paz de Cristo
habré de enfrentarme.
Por nada ominoso seré subyugado;
confío en ti, oh Señor, eres mi espiritual blindaje.
Oh Cristo Jesús, buscamos febrilmente la revelación de tu Palabra,
para guardar con sumo celo tus mandamientos.
Y no seremos objetivo de la asechanza,
que del maligno son enmascarados predicamentos.
Oh Señor Jesucristo, la perfecta sabiduría,
es potestad de tu glorioso reino.
Haz que nuestra percepción de cada día,
sea dar cumplimiento al Evangelio.
Oh Rey de reyes, tu majestuoso pensamiento,
es la santa provisión de nuestro existir.
Los versículos bíblicos propician el eterno sustento,
y nos edifican en el sobrenatural devenir.
Oh Redentor, blíndame con la gracia de tu redención,
y da a mis pasos santidad.
Con desvelo elevo al cielo la persistente oración,
que a mi alma dé salvación de eternidad.
Paz de Cristo
sábado, 24 de noviembre de 2018
HERMANO DAVID - HERMANA ELENA
Seguid la senda de los santos,
en vuestro ministerio.
Guardad en el corazón la pureza de los sentimientos,
que son las vicisitudes superadas en el cumplimiento del Evangelio.
En Cristo, el horizonte está lleno de esperanza,
no exento de aflicción.
El gozo del Señor, siempre será vuestra fortaleza;
porque lo imposible es posible, cuando con desmesura vierte su unción.
Hermano David, hermana Elena, las oraciones de la Iglesia del Señor Jesucristo,
serán vuestro seguro refugio.
Permaneced en la verdad del Santo Espíritu,
que en el Nombre de Jesús, es un sagrado privilegio.
Paz de Cristo
en vuestro ministerio.
Guardad en el corazón la pureza de los sentimientos,
que son las vicisitudes superadas en el cumplimiento del Evangelio.
En Cristo, el horizonte está lleno de esperanza,
no exento de aflicción.
El gozo del Señor, siempre será vuestra fortaleza;
porque lo imposible es posible, cuando con desmesura vierte su unción.
Hermano David, hermana Elena, las oraciones de la Iglesia del Señor Jesucristo,
serán vuestro seguro refugio.
Permaneced en la verdad del Santo Espíritu,
que en el Nombre de Jesús, es un sagrado privilegio.
Paz de Cristo
VIVE LA PIEDAD EN CRISTO
Oh Cristo, edifícame en tu piedad,
y eleva mi espíritu a la pureza del santuario.
El corazón en su engaño busca la abismal perversidad;
revísteme, oh Señor, de la santa armadura, que preserva al auténtico cristiano.
Oh Cristo Jesús, busco tu sublime rostro,
para ser un irreprensible y digno heraldo de la Palabra.
Invariable es el sazonado fruto del piadoso,
al hacerse visible en la paz del que ama.
Oh Señor Jesucristo, el misterio de la piedad,
descubre la magnificencia de tu amor.
Tu ministerio, oh Redentor, es la sagrada verdad
del más alevoso sacrificio: oh Cordero inmolado, tu preciosa sangre derramada nos dio la gracia del único y Todopoderoso Salvador.
Oh Rey de la gloria, tu absoluta obediencia,
con el Padre nos reconcilió.
Y con piadosa aquiescencia,
a la letal humanidad perdonó.
Oh Señor Omnipotente, Tú redimiste nuestra obscena perversión,
en la cruz del Gólgota.
Y tu gloriosa resurrección,
aún la obvia con execrable irreverencia el alma apóstata.
Paz de Cristo
y eleva mi espíritu a la pureza del santuario.
El corazón en su engaño busca la abismal perversidad;
revísteme, oh Señor, de la santa armadura, que preserva al auténtico cristiano.
Oh Cristo Jesús, busco tu sublime rostro,
para ser un irreprensible y digno heraldo de la Palabra.
Invariable es el sazonado fruto del piadoso,
al hacerse visible en la paz del que ama.
Oh Señor Jesucristo, el misterio de la piedad,
descubre la magnificencia de tu amor.
Tu ministerio, oh Redentor, es la sagrada verdad
del más alevoso sacrificio: oh Cordero inmolado, tu preciosa sangre derramada nos dio la gracia del único y Todopoderoso Salvador.
Oh Rey de la gloria, tu absoluta obediencia,
con el Padre nos reconcilió.
Y con piadosa aquiescencia,
a la letal humanidad perdonó.
Oh Señor Omnipotente, Tú redimiste nuestra obscena perversión,
en la cruz del Gólgota.
Y tu gloriosa resurrección,
aún la obvia con execrable irreverencia el alma apóstata.
Paz de Cristo
jueves, 22 de noviembre de 2018
TU ABOMINABLE CRUCIFIXIÓN, OH CRISTO, NOS DIO SALVACIÓN ETERNA
Tu Espíritu, oh Cristo Jesús,
guarda el amor universal.
Y el resplandor de tu admirable luz,
ilumina de extremo a extremo la eternidad.
Oh Señor Jesucristo, el radiante poder de tu sagrada muerte,
se hizo visible en el lugar santísimo del reconstruido templo.
Tú eres el Omnipotente,
que nos libertó de la obscuridad del sórdido Seol abyecto.
Oh Cordero inmolado, vida eterna
nos ofrendaste en tu crucifixion.
Justificaste la vileza de los pecadores, clavando en la cruz la acusación inculpatoria de cada acta;
y privilegio de las perdidas almas, fue tu vivífica redención.
La incredulidad desbordó al discípulo más fiel,
oh Cristo, en tu inmolación.
Sepultado, nadie creyó en Él;
empero, Oh Rey de reyes, venciste a la lacerante muerte, con tu resurrección.
Oh Señor Soberano, se postró el universo,
ante tu exaltación.
Y tierra nueva y cielo nuevo,
adoraron al Amén, de la santa creación.
Paz de Cristo
guarda el amor universal.
Y el resplandor de tu admirable luz,
ilumina de extremo a extremo la eternidad.
Oh Señor Jesucristo, el radiante poder de tu sagrada muerte,
se hizo visible en el lugar santísimo del reconstruido templo.
Tú eres el Omnipotente,
que nos libertó de la obscuridad del sórdido Seol abyecto.
Oh Cordero inmolado, vida eterna
nos ofrendaste en tu crucifixion.
Justificaste la vileza de los pecadores, clavando en la cruz la acusación inculpatoria de cada acta;
y privilegio de las perdidas almas, fue tu vivífica redención.
La incredulidad desbordó al discípulo más fiel,
oh Cristo, en tu inmolación.
Sepultado, nadie creyó en Él;
empero, Oh Rey de reyes, venciste a la lacerante muerte, con tu resurrección.
Oh Señor Soberano, se postró el universo,
ante tu exaltación.
Y tierra nueva y cielo nuevo,
adoraron al Amén, de la santa creación.
Paz de Cristo
PERSEVERAD HASTA EL FIN EN CRISTO
La línea recta es la sumaria distancia
entre dos puntos.
Oh Cristo, hemos de hallar gozo en la perseverancia,
y guardar con celo tus santos mandamientos.
Oh Cristo Jesús, exiguo acontece el tiempo que habremos de vivir,
para alabar tu Nombre.
Cíñete con máxima solemnidad el privilegio de existir,
y desembocarás en el santuario excelente.
Inicuo compañero de viaje,
es el desdén de lo sagrado.
Piensa que el Señor Jesucristo, murió para salvarte;
y tú, en muchos momentos irreverentes lo has deshonrado.
El Señor Jesús, dijo: Nunca os dejaré solos, estaré con vosotros hasta el fin.
Perseveremos en su Palabra, para no caer.
Apártate del envanecimiento vil;
busca la santidad, y al Rey de la gloria podrás ver.
Oh Omnipotente Señor, Tú concebiste lo eterno,
para probar a los santos.
Solo el que persevere en tu Palabra, abrirá la puerta del cielo,
y vivirá en el paraiso de los glorificados.
Paz de Cristo
miércoles, 21 de noviembre de 2018
ATAD LOS CABOS SUELTOS EN CRISTO
De forma inopinada,
surgen, oh Cristo Jesus, los cabos rebeldes.
Tu existencia será bienaventurada,
si en su totalidad tu alma redimes.
No des más pábulo,
a la indeseada iniquidad.
Quebrántate a los pies de Jesucristo,
y que su luz te manifieste la eterna verdad.
Contra el fruto del Espíritu,
no hay ley.
Busca con sed santa el rostro de Cristo,
y tus pasos los bendecirá, desde el trono de la gloria, el Todopoderoso Rey.
Lo sobrenatural del Omnipotente,
ha de dar gracia a tu ser.
Y los prodigios de su sublime presente,
multiplicarán exponencialmente tu fe, para creer.
Tu Iglesia santa, oh Soberano Salvador,
al cielo ha elevado su contrito y humillado corazón.
Multitud de cabos atará el incensado amor,
para santificar el alma, oh Sumo Hacedor, que espera con anhelo tu salvación.
Paz de Cristo
surgen, oh Cristo Jesus, los cabos rebeldes.
Tu existencia será bienaventurada,
si en su totalidad tu alma redimes.
No des más pábulo,
a la indeseada iniquidad.
Quebrántate a los pies de Jesucristo,
y que su luz te manifieste la eterna verdad.
Contra el fruto del Espíritu,
no hay ley.
Busca con sed santa el rostro de Cristo,
y tus pasos los bendecirá, desde el trono de la gloria, el Todopoderoso Rey.
Lo sobrenatural del Omnipotente,
ha de dar gracia a tu ser.
Y los prodigios de su sublime presente,
multiplicarán exponencialmente tu fe, para creer.
Tu Iglesia santa, oh Soberano Salvador,
al cielo ha elevado su contrito y humillado corazón.
Multitud de cabos atará el incensado amor,
para santificar el alma, oh Sumo Hacedor, que espera con anhelo tu salvación.
Paz de Cristo
domingo, 18 de noviembre de 2018
CONSUMA TODA OBRA EN EL NOMBRE DE JESÚS
Deja que tu vida fluya,
a través del poder Cristocéntrico.
Busca enseñorearte en la Roca, que no fluctúa;
y edifica tu vida, en el pensamiento del biblico Arquitecto.
El amor de Cristo,
supera toda herida.
No existe dolor en su humamo espíritu,
de la cruel misantropía.
La paz de Cristo,
te eleva a la nueva Jerusalén.
Sus calles de transparente vidrio áureo,
se iluminan con la eterna lumbrera de gloria del Amén.
El gozo de Cristo,
es nuestra fortaleza.
Blindadas son sus puertas para el incircunciso;
y habrá de rasgarse el velo del corazón, para abrirlas con indubitable certeza.
La fe de Cristo,
se cosumo en su muerte, y muerte de cruz.
La redentora sangre del Cordero de santísimo sacrificio,
convirtió el nuevo pacto de su gracia en sagrada luz.
La bondad de Cristo,
es el fruto de negarse asimismo.
Nadie dio a la abnegación tanto brillo,
para dar cumplimiento a la resurrección de su Santo Espíritu.
Paz de Cristo
a través del poder Cristocéntrico.
Busca enseñorearte en la Roca, que no fluctúa;
y edifica tu vida, en el pensamiento del biblico Arquitecto.
El amor de Cristo,
supera toda herida.
No existe dolor en su humamo espíritu,
de la cruel misantropía.
La paz de Cristo,
te eleva a la nueva Jerusalén.
Sus calles de transparente vidrio áureo,
se iluminan con la eterna lumbrera de gloria del Amén.
El gozo de Cristo,
es nuestra fortaleza.
Blindadas son sus puertas para el incircunciso;
y habrá de rasgarse el velo del corazón, para abrirlas con indubitable certeza.
La fe de Cristo,
se cosumo en su muerte, y muerte de cruz.
La redentora sangre del Cordero de santísimo sacrificio,
convirtió el nuevo pacto de su gracia en sagrada luz.
La bondad de Cristo,
es el fruto de negarse asimismo.
Nadie dio a la abnegación tanto brillo,
para dar cumplimiento a la resurrección de su Santo Espíritu.
Paz de Cristo
CRISTO ES ETERNO PER SE
Oh Cristo, eterno eres,
en tu Palabra Sagrada.
Por tanto eternidad per se,
para el ser humano inimaginada.
Oh Cristo Jesús, eres eterna substancia de vida;
sin principio, ni fin.
Tu presencia nos guarda,
por la fe que nos hace a ti afín.
Oh Señor Jesucristo, Tú conoces,
a los que en ti confían.
Tus ovejas oyen tu voz en la santa alborada de lo amaneceres,
al vivificar los pastos que las apacentan.
Oh Señor Omnipotente, omnisciente y omnipresente,
todo lo puedes, todo lo sabes y eres ubicuo en el universo.
Nada nos apartará del Dios viviente,
que es el Señor Jesucristo Todopoderoso.
Oh Rey de reyes, la sabiduría,
suple el gran predicamento de lo eterno.
El temor de Jehova, ciñe a nuestra vida la obediencia
del Sagrado Testamento, verso a verso.
Oh Sumo Hacedor, nos hiciste un poco menor que los ángeles;
y fuimos sometidos por la iniquidad.
Invocamos tu Nombre, oh Señor Jesús, clamando la salvación con incensadas oraciones,
para morar con el alto y sublime que habita la eternidad.
Paz de Cristo
en tu Palabra Sagrada.
Por tanto eternidad per se,
para el ser humano inimaginada.
Oh Cristo Jesús, eres eterna substancia de vida;
sin principio, ni fin.
Tu presencia nos guarda,
por la fe que nos hace a ti afín.
Oh Señor Jesucristo, Tú conoces,
a los que en ti confían.
Tus ovejas oyen tu voz en la santa alborada de lo amaneceres,
al vivificar los pastos que las apacentan.
Oh Señor Omnipotente, omnisciente y omnipresente,
todo lo puedes, todo lo sabes y eres ubicuo en el universo.
Nada nos apartará del Dios viviente,
que es el Señor Jesucristo Todopoderoso.
Oh Rey de reyes, la sabiduría,
suple el gran predicamento de lo eterno.
El temor de Jehova, ciñe a nuestra vida la obediencia
del Sagrado Testamento, verso a verso.
Oh Sumo Hacedor, nos hiciste un poco menor que los ángeles;
y fuimos sometidos por la iniquidad.
Invocamos tu Nombre, oh Señor Jesús, clamando la salvación con incensadas oraciones,
para morar con el alto y sublime que habita la eternidad.
Paz de Cristo
sábado, 17 de noviembre de 2018
ASID LA PALABRA EN CRISTO
Éterno sustento es la Palabra,
santo refugio de entenebrecidas tormentas.
Oh Cristo, cuando tienbla el alma,
invocamos tus bendecidas dádivas.
Agarra con fuerza la Palabra,
no te rindas ante ninguna circunstancia.
Jesús te ama,
Él es la provisión de la esperanza.
Asid la Palabra,
con la fe del que transforma la impiedad.
Buscad la transparencia,
en el Cordero inmolado, que es luz de eternidad.
Elévate resplandeciente en la Palabra,
con el poder del Santo Espíritu.
Sacia la sed de santidad excelsa,
y verás la gloriosa faz del Señor Jesucristo.
Resucitad en la Palabra,
siendo libres en su verdad.
La salvación, oh Rey reyes, es del que ama,
y convirtió en gloria la vanidad.
Paz de Cristo
santo refugio de entenebrecidas tormentas.
Oh Cristo, cuando tienbla el alma,
invocamos tus bendecidas dádivas.
Agarra con fuerza la Palabra,
no te rindas ante ninguna circunstancia.
Jesús te ama,
Él es la provisión de la esperanza.
Asid la Palabra,
con la fe del que transforma la impiedad.
Buscad la transparencia,
en el Cordero inmolado, que es luz de eternidad.
Elévate resplandeciente en la Palabra,
con el poder del Santo Espíritu.
Sacia la sed de santidad excelsa,
y verás la gloriosa faz del Señor Jesucristo.
Resucitad en la Palabra,
siendo libres en su verdad.
La salvación, oh Rey reyes, es del que ama,
y convirtió en gloria la vanidad.
Paz de Cristo
viernes, 16 de noviembre de 2018
CRISTO....... ETERNO CRISTO
Inexistente tiempo en Cristo.
Los años son nuestro referente inasumible.
En el Espiritu,
el tiempo se viste con un atuendo inexorable.
Oh Cristo Jesús, asirse a los años,
nos devuelve a una añoranza contradictoria.
El alma vivirá por los siglos,
si creemos, oh Señor, en tu morada de eterna victoria.
Oh Señor Jesucristo, por ti fui formado
en el vientre de mi madre.
Y me has santificado,
con tu bendita sangre.
Oh Rey de reyes, de tu linaje,
me has dado herencia.
Porque tu misericordia es para siempre,
en el eterno Evangelio, de santa excelencia.
Oh Salvador, Tú paraste el tiempo,
con la Sagrada Escritura.
Nada permanece fuera de lo eterno.
Y por ser nueva criatura,
viviré adorándote, oh Señor, en tu universal templo.
Oh Redentor, el milagro de los milagros,
es tu prodigiosa creación.
Por tu Palabra, hemos sido impactados,
al haber tomado el control inverosímil, del precioso tiempo de nuestro inefable corazón.
Paz de Cristo
Los años son nuestro referente inasumible.
En el Espiritu,
el tiempo se viste con un atuendo inexorable.
Oh Cristo Jesús, asirse a los años,
nos devuelve a una añoranza contradictoria.
El alma vivirá por los siglos,
si creemos, oh Señor, en tu morada de eterna victoria.
Oh Señor Jesucristo, por ti fui formado
en el vientre de mi madre.
Y me has santificado,
con tu bendita sangre.
Oh Rey de reyes, de tu linaje,
me has dado herencia.
Porque tu misericordia es para siempre,
en el eterno Evangelio, de santa excelencia.
Oh Salvador, Tú paraste el tiempo,
con la Sagrada Escritura.
Nada permanece fuera de lo eterno.
Y por ser nueva criatura,
viviré adorándote, oh Señor, en tu universal templo.
Oh Redentor, el milagro de los milagros,
es tu prodigiosa creación.
Por tu Palabra, hemos sido impactados,
al haber tomado el control inverosímil, del precioso tiempo de nuestro inefable corazón.
Paz de Cristo
jueves, 15 de noviembre de 2018
SER PASTOR, INSIGNE NOMBRAMIENTO EN CRISTO
El nombramiento de pastor,
es la gran prueba, que somete a la luz su ministerio.
Oh Cristo, le revestiste con el perfecto vínculo del amor.
Y ha de predicar, no con palabras de humana sabiduría, sino con tu poder de salvación el Evangelio.
Oh Señor Jesucristo, en el misterio eterno,
escogiste a tu Iglesia santa.
Y ni una oveja se perderá,
si son dignas de tu Palabra.
A la semilla que cayó en tierra fértil, el pastor riega;
pero Tú, oh gran Yo Soy, le das crecimiento con la unción eterna.
Con denodada longanimidad
vela el pastor, por el cuerpo de Cristo.
A todos sus miembros ha de exhortar la verdad,
revelada por el Santo Espíritu.
Oh Iglesia del Señor, la asechanza del maligno te aboca a resistir su oprobio.
Puesta en el conocimiento del pastor, te ministrará con la oración intercesora en el Nombre de Jesús.
Su petición en lo secreto, revertirá en la sanación del espíritu;
porque el Rey de reyes, oye la oración del justo en toda su plenitud.
Cristo Jesús, dijo: A quien enviaré a predicar la Palabra.
Y el pastor, negándose asimismo, pronunció: heme aquí, yo iré.
Su único propósito es salvar tu alma.
Y que el Todopoderoso, la guarde en su santa gloria, por el poder de la fe.
Paz de Cristo
es la gran prueba, que somete a la luz su ministerio.
Oh Cristo, le revestiste con el perfecto vínculo del amor.
Y ha de predicar, no con palabras de humana sabiduría, sino con tu poder de salvación el Evangelio.
Oh Señor Jesucristo, en el misterio eterno,
escogiste a tu Iglesia santa.
Y ni una oveja se perderá,
si son dignas de tu Palabra.
A la semilla que cayó en tierra fértil, el pastor riega;
pero Tú, oh gran Yo Soy, le das crecimiento con la unción eterna.
Con denodada longanimidad
vela el pastor, por el cuerpo de Cristo.
A todos sus miembros ha de exhortar la verdad,
revelada por el Santo Espíritu.
Oh Iglesia del Señor, la asechanza del maligno te aboca a resistir su oprobio.
Puesta en el conocimiento del pastor, te ministrará con la oración intercesora en el Nombre de Jesús.
Su petición en lo secreto, revertirá en la sanación del espíritu;
porque el Rey de reyes, oye la oración del justo en toda su plenitud.
Cristo Jesús, dijo: A quien enviaré a predicar la Palabra.
Y el pastor, negándose asimismo, pronunció: heme aquí, yo iré.
Su único propósito es salvar tu alma.
Y que el Todopoderoso, la guarde en su santa gloria, por el poder de la fe.
Paz de Cristo
miércoles, 14 de noviembre de 2018
LA SALVACIÓN, IRREPRENSIBLE SOMETIMIENTO EN CRISTO
El sometimiento a la Palabra,
ha de sustentarlo, oh Cristo, el acto de piedad irreprensible.
El que en el Nombre de Jesús, ama,
es siervo espiritual de la verdad inconmovible.
Oh Cristo Jesús, Tú te despojaste de la Gloria,
para redimir y dar salvación, a las obscuras almas condenadas sin remisión.
Oh Señor Jesucristo, hasta lo sumo te humillaste, en tu muerte, y muerte de cruz, propiciandonos la eterna victoria; conociendo de antemano nuestra inicua condición.
La ególatra disolución del ser humano,
le sume en una profunda necedad.
Oh mi Cristo, dispón con celeridad el arrebatamiento, que liberte a tu Iglesia de lo mundano.
Y adorandote en lo eterno, sienta al ver tu glorioso rostro, el sublime gozo de la paz.
Ningun momento de tu vida,
ha de substraerse a la grandiosa salvación.
Toda negligencia, ho Señor, nos excluye de tu gloria, por ser en tu memoria ofensiva;
y dar mérito a la inmunda corrupción.
Tu existencia ha de estar consagrada al Señor,
sin arruga y sin mancha.
Porque, oh Rey de la gloria, la fragancia de tu amor,
ha de permanecer en mi sentimiento inmarcesible, hasta que habite la eterna morada el alma santa.
Paz de Cristo
ha de sustentarlo, oh Cristo, el acto de piedad irreprensible.
El que en el Nombre de Jesús, ama,
es siervo espiritual de la verdad inconmovible.
Oh Cristo Jesús, Tú te despojaste de la Gloria,
para redimir y dar salvación, a las obscuras almas condenadas sin remisión.
Oh Señor Jesucristo, hasta lo sumo te humillaste, en tu muerte, y muerte de cruz, propiciandonos la eterna victoria; conociendo de antemano nuestra inicua condición.
La ególatra disolución del ser humano,
le sume en una profunda necedad.
Oh mi Cristo, dispón con celeridad el arrebatamiento, que liberte a tu Iglesia de lo mundano.
Y adorandote en lo eterno, sienta al ver tu glorioso rostro, el sublime gozo de la paz.
Ningun momento de tu vida,
ha de substraerse a la grandiosa salvación.
Toda negligencia, ho Señor, nos excluye de tu gloria, por ser en tu memoria ofensiva;
y dar mérito a la inmunda corrupción.
Tu existencia ha de estar consagrada al Señor,
sin arruga y sin mancha.
Porque, oh Rey de la gloria, la fragancia de tu amor,
ha de permanecer en mi sentimiento inmarcesible, hasta que habite la eterna morada el alma santa.
Paz de Cristo
lunes, 12 de noviembre de 2018
LA TIBIEZA, ANATEMA EN CRISTO
Los tibios postulan la ambigüedad,
con su pusilánime espíritu.
Amar al projimo, significa defender la verdad,
si crees en el Señor Jesucristo.
La tibieza,
no la contempla el principio bíblico.
Oh Cristo, anatema es la asechanza,
a la que da aprobación el maligno.
El Señor Jesús, dijo: Amaos uno a otros; como yo os he amado.
Se hizo siervo, siendo el Rey de los gloriosos cielos,
para ser el Salvador del bienaventurado.
La vereda angosta,
es la genuina prueba que nos acerca a la salvación.
El libro de la vida,
Oh Redentor, da testimonio del discipulo con pureza de corazón.
Oh Señor de señores, en tu Sagrada Escritura,
no hiciste acepción de personas.
Ser nueva criatura,
es la condición indispensable, para traspasar el umbral de sus moradas eternas.
Al permanecer en la Palabra,
las almas se santifican.
Del Todopoderoso Señor, es la infalible promesa,
y su unción sobrenatural descenderá sobre los que le aman.
Paz de Cristo
con su pusilánime espíritu.
Amar al projimo, significa defender la verdad,
si crees en el Señor Jesucristo.
La tibieza,
no la contempla el principio bíblico.
Oh Cristo, anatema es la asechanza,
a la que da aprobación el maligno.
El Señor Jesús, dijo: Amaos uno a otros; como yo os he amado.
Se hizo siervo, siendo el Rey de los gloriosos cielos,
para ser el Salvador del bienaventurado.
La vereda angosta,
es la genuina prueba que nos acerca a la salvación.
El libro de la vida,
Oh Redentor, da testimonio del discipulo con pureza de corazón.
Oh Señor de señores, en tu Sagrada Escritura,
no hiciste acepción de personas.
Ser nueva criatura,
es la condición indispensable, para traspasar el umbral de sus moradas eternas.
Al permanecer en la Palabra,
las almas se santifican.
Del Todopoderoso Señor, es la infalible promesa,
y su unción sobrenatural descenderá sobre los que le aman.
Paz de Cristo
EL PERDÓN, ETERNA PROVISIÓN EN CRISTO
El autor y consumador del perdón,
es el Cordero inmolado.
Oh Cristo, del último aliento de vida, en tu crucifixión,
se oyó en el universo tu gloriosa frase: Consumado es; que da gracia al irreprensible ser bienaventurado.
El sumo poder del perdón,
es de nuestro Señor Jesucristo.
Y con máxima obediencia a su Palabra, se hará el quebrantamiento del contrito corazón,
que asumirá el gozo de la paz, negándose asimismo.
Oh Cristo Jesús, te convertirte en carne de pecado,
para justificar con tu sacrificio, el perdón de nuestra execrable iniquidad.
Y ante toda incredulidad del Señor resucitado,
se consumó la salvación de su indubitable verdad.
Oh Señor Jesucristo, de tu exaltación a los cielos,
ha habido un conocimiento universal.
Los que no creyeron, en sus conciencias redarguyen los pecados inconfesos.
Y a toda alma le darás su recompensa, oh Omnipotente Redentor, en tu gran juicio final.
Oh Sumo Hacedor, el perdón deshace todas las asechanzas de maldad,
y llena de pureza el alma.
Si quieres ver al Señor en la eternidad,
has de perdonar hasta 70 veces 7 al ser humano que no ama.
Paz de Cristo
es el Cordero inmolado.
Oh Cristo, del último aliento de vida, en tu crucifixión,
se oyó en el universo tu gloriosa frase: Consumado es; que da gracia al irreprensible ser bienaventurado.
El sumo poder del perdón,
es de nuestro Señor Jesucristo.
Y con máxima obediencia a su Palabra, se hará el quebrantamiento del contrito corazón,
que asumirá el gozo de la paz, negándose asimismo.
Oh Cristo Jesús, te convertirte en carne de pecado,
para justificar con tu sacrificio, el perdón de nuestra execrable iniquidad.
Y ante toda incredulidad del Señor resucitado,
se consumó la salvación de su indubitable verdad.
Oh Señor Jesucristo, de tu exaltación a los cielos,
ha habido un conocimiento universal.
Los que no creyeron, en sus conciencias redarguyen los pecados inconfesos.
Y a toda alma le darás su recompensa, oh Omnipotente Redentor, en tu gran juicio final.
Oh Sumo Hacedor, el perdón deshace todas las asechanzas de maldad,
y llena de pureza el alma.
Si quieres ver al Señor en la eternidad,
has de perdonar hasta 70 veces 7 al ser humano que no ama.
Paz de Cristo
domingo, 11 de noviembre de 2018
OH CRISTO, TU LUZ REDIMIÓ A LA OBSCURIDAD
Oh Cristo, la luz de tu Espíritu Santo,
se derramó el día de Pentecostes.
Y en el aposento alto,
las lenguas de fuego se posaron, para revestirnos de sobrenaturales poderes.
Oh Cristo Jesús, redimiste a los pecadores,
presos en su obscuridad.
Frente a sus hirientes latigazos y los vituperios escarnecedores,
Tú, oh Señor, les ofrendaste tu vida en crucifixión de eternidad.
Oh Señor Jesucristo, el resplandor de tu resurreccion,
a los confines del universo dio luz.
Y transformó las tinieblas del corazón,
en ríos de agua viva que creyeron en el Nombre de Jesús.
Oh Rey de reyes, en tu presencia;
de gracia, sentimos nuestra alma rebosar.
Luz de eterna excelencia,
Oh Señor de la gloria, es el sentimiento de poderte amar.
Oh Señor de señores, en el firmamento brillan las estrellas;
porque Tú les diste luz.
Buscamos la salvación, oh Sumo Hacedor, en tus sagradas huellas,
que se hicieron visibles por la redención de tu santísima sangre derramada, hasta la muerte, y muerte de cruz.
Paz de Cristo
se derramó el día de Pentecostes.
Y en el aposento alto,
las lenguas de fuego se posaron, para revestirnos de sobrenaturales poderes.
Oh Cristo Jesús, redimiste a los pecadores,
presos en su obscuridad.
Frente a sus hirientes latigazos y los vituperios escarnecedores,
Tú, oh Señor, les ofrendaste tu vida en crucifixión de eternidad.
Oh Señor Jesucristo, el resplandor de tu resurreccion,
a los confines del universo dio luz.
Y transformó las tinieblas del corazón,
en ríos de agua viva que creyeron en el Nombre de Jesús.
Oh Rey de reyes, en tu presencia;
de gracia, sentimos nuestra alma rebosar.
Luz de eterna excelencia,
Oh Señor de la gloria, es el sentimiento de poderte amar.
Oh Señor de señores, en el firmamento brillan las estrellas;
porque Tú les diste luz.
Buscamos la salvación, oh Sumo Hacedor, en tus sagradas huellas,
que se hicieron visibles por la redención de tu santísima sangre derramada, hasta la muerte, y muerte de cruz.
Paz de Cristo
sábado, 10 de noviembre de 2018
AMOR ETERNO EN CRISTO
Oh Cristo, desconocemos el misterioso
origen de tu amor.
Tan grande privilegio bajó del cielo glorioso;
y es de tus hijos, oh Señor.
Oh Cristo Jesús, nuestro pensamiento terrenal,
muestra su obscurantismo en tu eternidad.
Destituidos fuimos de la gloria celestial,
por nuestra contumaz necedad.
Oh Señor Jesucristo, de la creación,
somos la obra maestra.
Inconmensurable es el corazón
del Rey de reyes, que nos enseñó el camino de la vida eterna.
Oh Redentor, tu preciosa sangre derramada,
nos dio gracia en el Calvario.
Resplandeció la senda, que hizo al alma bienaventurada.
Porque las buenas nuevas de salvación eterna descendieron, para hacernos visible tu santuario.
Oh Salvador, predicaremos con denuedo tu Palabra,
que es el refugio de santificación.
El Omnipotente, nuestras almas ama,
para galardonarlas con la corona de salvación.
Paz de Cristo
origen de tu amor.
Tan grande privilegio bajó del cielo glorioso;
y es de tus hijos, oh Señor.
Oh Cristo Jesús, nuestro pensamiento terrenal,
muestra su obscurantismo en tu eternidad.
Destituidos fuimos de la gloria celestial,
por nuestra contumaz necedad.
Oh Señor Jesucristo, de la creación,
somos la obra maestra.
Inconmensurable es el corazón
del Rey de reyes, que nos enseñó el camino de la vida eterna.
Oh Redentor, tu preciosa sangre derramada,
nos dio gracia en el Calvario.
Resplandeció la senda, que hizo al alma bienaventurada.
Porque las buenas nuevas de salvación eterna descendieron, para hacernos visible tu santuario.
Oh Salvador, predicaremos con denuedo tu Palabra,
que es el refugio de santificación.
El Omnipotente, nuestras almas ama,
para galardonarlas con la corona de salvación.
Paz de Cristo
viernes, 9 de noviembre de 2018
LA SABIDURÍA, BENDICIÓN EN CRISTO
Infúndenos, oh Cristo,
doble provisión de la sabiduría sagrada.
Y por el Santo Espíritu,
será nuestra alma bienaventurada.
Oh Cristo Jesús, veta al espíritu cristiano,
la mentira mundana.
Y que prevalezca en nuestro eterno propósito,
la verdad santa.
El principio de la sabiduria
es el temor de Jehová.
En tu vida tendrás victoria,
si por el Todopoderoso ha sido bendecida.
Oh Señor Jesucristo, gracias a tu fidelidad,
nos has asido de gracia al santuario bendito.
Tu luz de eternidad,
escogió al ser humano más vil, para darle sabiduría del Altísimo.
Oh Sumó Hacedor, la vida posee un don santo,
que es tu salvación eterna.
En tu opinión nunca podrás ser sabio;
busca incesantemente al Rey de reyes, único Dios, que es el Soberano Señor de la la gloria.
Paz de Cristo
doble provisión de la sabiduría sagrada.
Y por el Santo Espíritu,
será nuestra alma bienaventurada.
Oh Cristo Jesús, veta al espíritu cristiano,
la mentira mundana.
Y que prevalezca en nuestro eterno propósito,
la verdad santa.
El principio de la sabiduria
es el temor de Jehová.
En tu vida tendrás victoria,
si por el Todopoderoso ha sido bendecida.
Oh Señor Jesucristo, gracias a tu fidelidad,
nos has asido de gracia al santuario bendito.
Tu luz de eternidad,
escogió al ser humano más vil, para darle sabiduría del Altísimo.
Oh Sumó Hacedor, la vida posee un don santo,
que es tu salvación eterna.
En tu opinión nunca podrás ser sabio;
busca incesantemente al Rey de reyes, único Dios, que es el Soberano Señor de la la gloria.
Paz de Cristo
miércoles, 7 de noviembre de 2018
USAD LOS SENTIDOS, PARA DAR LA GLORIA A CRISTO
Las vivencias en Cristo,
santifican los sentidos.
Edificaos en la verdad del Santo Espíritu,
y por su poder seréis con excelencia bendecidos.
Por el oído,
dimensionamos los niveles de fe.
Oh Cristo Jesús, de tu Palabra fue el exhorto,
que nos dio certeza y convicción de lo que no se ve.
Del cuerpo, oh Señor Jesús,
el ojo es la lámpara.
Y por tu admirable luz,
hemos sido perfeccionados en la Escritura Sagrada.
De la abundancia del corazón,
habla la boca.
Oh Señor Jesucristo, llenos de tu unción,
ha permanecido en nuestra alma la paz bendita, que todo entendimiento desborda.
A nuestras manos, oh Rey de reyes,
las impregnaste de provisión sanadora.
Se apartaron los ayes,
para exaltarte, y buscar, oh Señor, el resplandor de tu rostro desde la vivificante aurora.
El aroma de la rosa, oh Salvador,
compendia la sobrenatural creación.
En su belleza, oh Señor Omnipotente, has definido el amor,
y da visibilidad a la gloria de eterna salvación.
Paz de Cristo
santifican los sentidos.
Edificaos en la verdad del Santo Espíritu,
y por su poder seréis con excelencia bendecidos.
Por el oído,
dimensionamos los niveles de fe.
Oh Cristo Jesús, de tu Palabra fue el exhorto,
que nos dio certeza y convicción de lo que no se ve.
Del cuerpo, oh Señor Jesús,
el ojo es la lámpara.
Y por tu admirable luz,
hemos sido perfeccionados en la Escritura Sagrada.
De la abundancia del corazón,
habla la boca.
Oh Señor Jesucristo, llenos de tu unción,
ha permanecido en nuestra alma la paz bendita, que todo entendimiento desborda.
A nuestras manos, oh Rey de reyes,
las impregnaste de provisión sanadora.
Se apartaron los ayes,
para exaltarte, y buscar, oh Señor, el resplandor de tu rostro desde la vivificante aurora.
El aroma de la rosa, oh Salvador,
compendia la sobrenatural creación.
En su belleza, oh Señor Omnipotente, has definido el amor,
y da visibilidad a la gloria de eterna salvación.
Paz de Cristo
martes, 6 de noviembre de 2018
SED MISIONEROS EN CRISTO
Iglesia santa,
te compete la mayor misión en Cristo.
Has de predicar la Palabra,
hasta los confines del mundo, donde habitare el ser vivo.
Oh Cristo Jesús, te manifestaste en carne,
para enseñarnos el Evangelio.
Ser testigos del Sagrado Texto, es lo que nos concierne;
y convertir almas con su poder de salvacion, es el sobrenatural privilegio.
La Palabra,
penetra hasta partir el alma y el espíritu.
Someterse a su prueba,
nos unge como dignos seguidores de Jesucristo.
Oh Rey de reyes, lo que de gracia hemos recibido,
damos de gracia.
Del Rey de la gloria, eres el pueblo elegido, que ha de llevar almas a su morada regia.
Oh Señor de señores, por el camino angosto,
nos hemos perfeccionado en tu reino.
Anhelamos ver tu rostro;
y con el corazón quebrantado clamaremos, para que se haga real en la inmortalidad del cielo eterno.
Paz de Cristo
te compete la mayor misión en Cristo.
Has de predicar la Palabra,
hasta los confines del mundo, donde habitare el ser vivo.
Oh Cristo Jesús, te manifestaste en carne,
para enseñarnos el Evangelio.
Ser testigos del Sagrado Texto, es lo que nos concierne;
y convertir almas con su poder de salvacion, es el sobrenatural privilegio.
La Palabra,
penetra hasta partir el alma y el espíritu.
Someterse a su prueba,
nos unge como dignos seguidores de Jesucristo.
Oh Rey de reyes, lo que de gracia hemos recibido,
damos de gracia.
Del Rey de la gloria, eres el pueblo elegido, que ha de llevar almas a su morada regia.
Oh Señor de señores, por el camino angosto,
nos hemos perfeccionado en tu reino.
Anhelamos ver tu rostro;
y con el corazón quebrantado clamaremos, para que se haga real en la inmortalidad del cielo eterno.
Paz de Cristo
lunes, 5 de noviembre de 2018
LA CABEZA DEL HACHA HUNDIDA, FLOTÓ EN CRISTO
Recibe la Palabra con fe,
y el milagro, oh Cristo, en tu Nombre se hará real.
Porque en lo que no se ve,
el Espiritu de resurrección es propiciado por la gloria celestial.
Oh Cristo Jesús, Tú eres la santa semilla,
que fue sepultada, para darnos el fruto del perdón.
En tu sobrenatural excelencia,
guarda el universo el misterio de su creación.
Oh Señor Jesucristo, nos diste vida,
exhalando tu aliento sobre el barro.
Y en una transformación súbita,
se produjo el mayor milagro.
Oh Redentor, la asociación de palabras,
edifican la poesía que exalta la eternidad.
Oh Señor, al ser audible lo que Tú hablas,
se exhorta a la obediencia de la verdad.
Oh Salvador, la cabeza del hacha,
emergió del agua, para resucitar en tu redención.
En el milagro del alma santa,
mueres para vivir en la inmortalidad, oh Jesús, de tu salvación.
Paz de Cristo
y el milagro, oh Cristo, en tu Nombre se hará real.
Porque en lo que no se ve,
el Espiritu de resurrección es propiciado por la gloria celestial.
Oh Cristo Jesús, Tú eres la santa semilla,
que fue sepultada, para darnos el fruto del perdón.
En tu sobrenatural excelencia,
guarda el universo el misterio de su creación.
Oh Señor Jesucristo, nos diste vida,
exhalando tu aliento sobre el barro.
Y en una transformación súbita,
se produjo el mayor milagro.
Oh Redentor, la asociación de palabras,
edifican la poesía que exalta la eternidad.
Oh Señor, al ser audible lo que Tú hablas,
se exhorta a la obediencia de la verdad.
Oh Salvador, la cabeza del hacha,
emergió del agua, para resucitar en tu redención.
En el milagro del alma santa,
mueres para vivir en la inmortalidad, oh Jesús, de tu salvación.
Paz de Cristo
domingo, 4 de noviembre de 2018
EL TIEMPO DE SALVACIÓN, INESCRUTABLE EN CRISTO
Nuestro tiempo es efímero.
Oh Cristo, clamamos a tu eterna salvación.
La gloria del tiempo postrero,
aboca al alma a regocijarse en santa adoración.
Oh Cristo Jesús, Tú nos visitaste antes de ayer,
en el bíblico tiempo.
El apremio de creer,
lo proclama incesantemente el cielo.
Con desvelo hemos de orar,
al Señor Todopoderoso.
Porque el Verbo se hizo carne;
y a Él nada más has de adorar,
en tu exiguo tiempo.
Inexorable por intangible es el tiempo;
no podemos asir ni un segundo.
Demos gracias al Fundamento,
que escogió a su Iglesia amada,
para a la gloria arrebatarla, de la iniquidad del mundo.
No descuides tu altar,
vives los últimos compases del tiempo que te ha dado nuestro Señor Jesucristo.
Ya solo te resta amar,
para ser salvo en el Santo Espíritu.
Paz de Cristo
Oh Cristo, clamamos a tu eterna salvación.
La gloria del tiempo postrero,
aboca al alma a regocijarse en santa adoración.
Oh Cristo Jesús, Tú nos visitaste antes de ayer,
en el bíblico tiempo.
El apremio de creer,
lo proclama incesantemente el cielo.
Con desvelo hemos de orar,
al Señor Todopoderoso.
Porque el Verbo se hizo carne;
y a Él nada más has de adorar,
en tu exiguo tiempo.
Inexorable por intangible es el tiempo;
no podemos asir ni un segundo.
Demos gracias al Fundamento,
que escogió a su Iglesia amada,
para a la gloria arrebatarla, de la iniquidad del mundo.
No descuides tu altar,
vives los últimos compases del tiempo que te ha dado nuestro Señor Jesucristo.
Ya solo te resta amar,
para ser salvo en el Santo Espíritu.
Paz de Cristo
sábado, 3 de noviembre de 2018
BUSCAD EL CONOCIMIENTO DE LA PALABRA EN CRISTO
Oh Cristo, toda virtud
es manifiesta en la Palabra
Él te sacó de la obscuridad a la admirable luz;
porque te ama.
Oh Cristo Jesús, el pensamiento de eternidad
está en la Sagrada Escritura.
Y llegarás al conocimiento de la verdad,
en la espiritual revelación de su lectura.
Oh Señor Jesucristo, hemos de ser obedientes
al Texto Sagrado.
Y de gracia, simientes
del fruto bienaventurado.
Oh Redentor, el universo,
por ti fue creado.
En cada bíblico verso,
conocerás la santa senda, del discípulo que quiere ser salvo.
Oh Salvador, no habrá tropiezo,
que me haga desfallecer.
Mi destino es el firmamento,
y en él tu rostro majestuoso podré ver.
Oh Omnipotente Señor, la supradimensión de la Palabra Sagrada,
nos ha llevado a lo eterno.
Tu alma santificada,
conocerá el refugio celestial más bello.
Oh Sumo Hacedor, lo que el ser humano entiende por inconexo,
para Dios es precisión.
Todo su conocimiento, en el corazón has de guardarlo,
para que la provisión del Señor Soberano, sea tu bendición.
Paz de Cristo
es manifiesta en la Palabra
Él te sacó de la obscuridad a la admirable luz;
porque te ama.
Oh Cristo Jesús, el pensamiento de eternidad
está en la Sagrada Escritura.
Y llegarás al conocimiento de la verdad,
en la espiritual revelación de su lectura.
Oh Señor Jesucristo, hemos de ser obedientes
al Texto Sagrado.
Y de gracia, simientes
del fruto bienaventurado.
Oh Redentor, el universo,
por ti fue creado.
En cada bíblico verso,
conocerás la santa senda, del discípulo que quiere ser salvo.
Oh Salvador, no habrá tropiezo,
que me haga desfallecer.
Mi destino es el firmamento,
y en él tu rostro majestuoso podré ver.
Oh Omnipotente Señor, la supradimensión de la Palabra Sagrada,
nos ha llevado a lo eterno.
Tu alma santificada,
conocerá el refugio celestial más bello.
Oh Sumo Hacedor, lo que el ser humano entiende por inconexo,
para Dios es precisión.
Todo su conocimiento, en el corazón has de guardarlo,
para que la provisión del Señor Soberano, sea tu bendición.
Paz de Cristo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)