Escuchas a Cristo,
cuando la bondad
se siente en el espíritu,
con magnanimidad.
Ayudas en el Señor,
si tu corazón es altruista;
y regala amor,
sin barrera que se lo impida.
El Señor, a su Iglesia ampara
con el máximo desvelo;
y un lugar en la Gloria guarda,
al que cumplió el Evangelio.
Oh Señor, prodigiosa es tu Creación,
contemplada desde la sabiduría;
que es, a la sazón,
la gloria del alma mía.
Pídele a Jesucristo,
que te revele
la excelencia de lo oculto
grandeza de la Palabra, que en tu corazón la Gracia discierne.
Amén ¡Aleluya!
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