Nada obedece a la realidad,
en Cristo se manifiesta lo sobrenatural.
No hay razón fuera de su majestad,
tan magna grandiosidad cambia el dictado universal.
La ley natural
es por antonomasia la verdad;
pero en Jesucristo se vuelve formal,
la antítesis que gobierna su deidad.
Si esperas en la fe,
y has entendido que el milagro acontece en el Señor,
no tengas tribulación en la prueba, y cree;
porque nuestro Cristo es el Redentor.
Tú formas parte del prodigio,
y obras en la voluntad del Señor;
los limites no existen en su designio:
Dios de lo imposible es Creador.
Amén.
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