En el corazón hay silencio:
parece no existir,
se paró el tiempo;
y no hay adoración a Cristo, en su tenue latir.
La oración al Padre Eterno,
cayo en el olvido;
el vergel se torno yermo,
sin vida y malherido.
Es prodigio vivir,
manifiesta la delicadeza
en tu sentir,
y agradece a Dios su grandeza.
Jesucristo,Tú ofreces libertad santa,
al hermano apartado,
en su despropósito;
rearguye en su alma
el dolor de haberte ofendido,y de nuevo se rinda a tus pies con el corazón contrito.
Poder de gozo es llorar,
en el momento más intimo;
si a Cristo vuelves a amar,
sublime Gracia es del Altísimo.
Amén.
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