Nada es por casualidad,
Dios te envía señales,
que tu no traduces en la necia realidad;
porque son espirituales.
Un día el Señor toca tu corazón,
es una fuerza invisible,
que busca tu salvación
con un poder invencible.
Y naces en el espíritu,
ante la duda espectante;
pero ya eres de Cristo,
en tu alma su huella es revelación incesante.
El bautismo es un hecho,
por la Palabra hay arrepentimiento;
eres restaurado del pecado maltrecho,
y cantas victoria en Cristo,Él es tu sentimiento.
Amén.
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