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viernes, 18 de octubre de 2024

DESHAZ TU RACIONALISMO MUNDANO, PONIENDO TUS OJOS EN CRISTO

  • La Biblia enseña: Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
  • puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
  • Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
  • Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; 
  • y habéis olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él;
  • porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.
  • Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
  • Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 
  • Por otra parte, tuvimos a nuestro padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábanos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
  • Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos se su santidad.
  • Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. 
  • Oh mi Cristo, el siervo que tus sagradas huellas sigue, decidió con gran celo a tus santísimos pies humillarse;
  • porque tu luz admirable,  en su corazón le resplandeció, oh Soberano Señor Jesucristo, como en los demás discípulos consagrados. 
  • Y es tu gracia, oh Cristo Jesús, la que hará a tus genuinos hijos, en la sana doctrina perseverar.
  • Y es que, vuestra abnegación ha de ser hasta el fin, la del que se postuló siempre santificado.
  • Porque nunca se considerará perdedor, el que permanece en la Cristocéntrica fe;
  • por saber que es un verdadero heraldo del Altísimo. 
  • Y es que, de la sabiduría prístina, 
  • oh Señor, han interiorizado tus auténticos discípulos. 
  • Privilegiados somos de vivir en el Espíritu, para discurrir por los sobrenaturales senderos.
  • Y por habernos ceñido, oh Eterno, con el linaje de tu única y perfecta verdad;
  • resistiremos de manera esforzada y valiente, hasta traspasar el umbral de los bienaventurados. 
  •               Paz de Cristo 

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