- Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió;
- y el que me ve, ve al que me envió.
- Yo la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
- Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
- El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
- Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
- Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
- Oh mi Cristo, Tú eres el Soberano Hacedor;
- sólo para el que en la doctrina de Unicidad creyó.
- Y es que, oh Señor, en tu sublime revelación lo manifiestas.
- Y es tu manifestación en carne, oh Cristo Redentor, la que ha provisto de salvación al ser espiritualmente moribundo.
- Porque la conversión del inicuo, únicamente se produce con el glorioso milagro de tu sobrenatural rueda, oh Sumo Alfarero.
- Y este misterio, oh gran Yo Soy, es para el que recibe la bendita gracia de poderte amar.
- Porque nada obra fuera de tu excelsa diestra, oh Altísimo Señor Jesucristo.
- Paz de Cristo
jueves, 17 de octubre de 2024
NO HAGAS MAS CONCESIONES AL SÉPTICO OBSCURANTISMO EN EL GLORIOSO NOMBRE DEL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario