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martes, 8 de octubre de 2024

TÚ ERES UN INSTRUMENTO, EL QUE TE CAPACITA EXPONELCIALMENTE ES CRISTO JESÚS

  • La Biblia enseña: Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que sea tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.
  • Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad.
  • ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?
  • ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?
  • Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, 
  • el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
  • vida eterna a los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,
  • pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;
  • tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,
  • pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; 
  • porque no hay acepción de personas para con Dios. 
  • Oh mi Cristo, la perniciosa jactancia de confrontar, indica una ancestral manifestación de paganismo.
  • Pero tu justicia, oh Señor, define meridianamente la séptica falsedad.
  • Raer de su alma toda impureza, oh Cristo de la gloria, revirtio en ser tus fieles hijos consagrados. 
  • Porque en el que resplandeció la luz, se frustro todo ignominioso pensamiento.
  • Y no te retrotraigas más a lo ominoso, porque ahí sólo se ubica la malignidad, de los que se saben por el Todopoderoso irremisiblemente condenados;
  • porque ellos dan por inalienables sus acciones abyectas.
  • Sin embargo, únicamente se salvarán, oh Altísimo Señor Jesucristo, los que busca tu rostro en santidad. 
  • Y fuera quedarán, los que se empecinaron en el hedor de la estulticia. 
  • Y es que, tu justicia, oh Cristo Redentor, es imparcial en su proceso;
  • porque obra al margen de cualquier sesgo. 
  • Y justificarás, oh gran Yo Soy, al que con fe, fue oidor y hacedor de tus bíblicos preceptos. 
  •          Paz de Cristo 

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