- La Biblia enseña: Anunciad esto en la casa de Jacob, y haced que esto se oiga en Judá, diciendo:
- Oid ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye.
- ¿A mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.
- No obstante, este pueblo tiene corazón falso y rebelde; se apartaron y se fueron.
- Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo, y nos guarda los tiempos establecidos de la siega.
- Vuestras iniquidades han estorbando estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien.
- Oh mi Cristo, de la Sagrada Palabra, tu pueblo siempre se anduvo escondiendo.
- Y es que, su agravio es de una inoperancia insolente.
- Sin embargo, el mar se muestra cautivo, de lo que imperativamente sus ondas no desharán.
- Y es que, oh Señor, los idólatras de su impostura no se arrepintieron.
- Pero de tus bendiciones, oh Santo de Israel, los vilmente empedernidos no tuvieron queja;
- mas de su desarraigo y displicencia, nunca hicieron desdén.
- Paz de Cristo
lunes, 14 de octubre de 2024
LA DISPLICENCIA DEL SER HUMANO NO TIENE LIMITES, OH CRISTO
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