EL QUE PADECE UN SEPTICO ALIENAMIENTO, ESPARCE SU MALOLIENTE LODO CENAGOSO SOBRE EL INOCENTE SER HUMANO, OH CRISTO

• La Biblia enseña: Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
• Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
• Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová. 
• Oh mi Cristo, el origen de lo perverso, es manifiesto en el depravado destructor;
• y en su impostada asechanza, se dan cita sus abominables zarpazos. 
• Sin embargo, los que claman al gran Dios, ven en sus oraciones incensadas la gloriosa respuesta celestial. 
• 
  
• Oh Santo, 
• tu multiforme gracia,
• proviene de la sabiduría de lo alto, 
• para que nada obre fuera, oh gran Yo Soy, de tu Sagrada Palabra.
• 
  
• Oh Eterno,
• nuestro misterio de gloria,
• es tu sobrenatural cielo;
• morada que descubrirá, el siervo coronado en victoria. 
•             Paz de Cristo