LA IMPETUOSA CORRIENTE DEL RIO, PONE DE MANIFIESTO EL INEXORABLE PASO DEL TIEMPO, OH CRISTO

• La Biblia dice: El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo,
• que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más. 
• Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;
• sobre los que guardan su pacto, y los que que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
• Oh mi Cristo, no otro, sino tu discípulo santo,
• es el que invoca el nombre que es sobre todo nombre, con perenne fidelidad.
• El siervo probo, no sabe de tiempos finitos;
• porque su alma, sólo conoce al Soberano Señor Jesucristo, que en la gloria mora.
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• Oh Sumo Redentor, 
• en tu muerte, y muerte de cruz, 
• redimiste a la inicua humanidad, sumida en el séptico desamor.
• Y un pétreo y obscuro corazón, que aborrecía, oh Rey de reyes, tu admirable luz.
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• es tu Sagrada Palabra, 
• la que nos juzgará en el día postrero,
• para salvar o condenar nuestra virtuosa o disoluta alma.
•          Paz de Cristo