- Jesús, dijo: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
- Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
- El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creido en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
- Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
- Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
- Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
- Oh mi Cristo, tu bendita gracia es la que nos provee, para que sea la gloria nuestra sobrenatural morada.
- El ser humano traspasará el umbral de la salvación, si ha creido en el autor y consumador de la fe.
- Porque todo el que no haya creido en el nombre que es sobre todo nombre, no entrará en la gloria de los siervos bienaventurados.
- La disyuntiva entre condenación y salvación, se substancia entre los malditos cabritos y las benditas ovejas.
- Y no otras, sino las empedernidas almas del maligno, son las que nunca se arrepintieron de sus viles ignominias.
- Mas las almas que hayan guardado la Sagrada Palabra, serán arrebatadas por el Altísimo Señor Jesucristo a los gloriosos e inmarcesibles cielos.
- Paz de Cristo
domingo, 11 de mayo de 2025
INEXISTENTE ES LA VERDAD FUERA DE TU SANTO NOMBRE, OH CRISTO
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