LA DIRECCIÓN DE TU PENSAMIENTO PARTIRÁ SIEMPRE DEL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia enseña: Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 
• Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 
• la que ninguno de los principes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 
• Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. 
• Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 
• Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en el? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 
• Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 
• lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
• Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han se discernir espiritualmente. 
• En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
• Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instuirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 
• Oh mi Cristo, Tú eres el Soberano del universo, y pocos son los que a la sabiduría de lo alto acceden.
• Y de su predestinación, oh Señor,  hablan los que han recibido tan glorioso designio en tu bendita memoria;
• porque sólo los que no vivían en el Espíritu, pudieron ajusticiarte en la cruz del Calvario, oh Santo de Israel, pero es tu gracia la que imparte una justicia expiatoria.
• Y es que, oh Hijo del Hombre, Tú no has dejado un cabo suelto, para los que fervientemente te alaban.
• Porque la sabiduría del Espíritu, no es un secreto para tus hijos bienaventurados. 
• Porque el Espíritu se ciñó al espíritu de los siervos que profetizaron la Sagrada Escritura del Señor, por estar a Él consagrados. 
• Y de esta sobrenatural manera, los pensamientos del gran Dios se han discernido.
• Y esta bendita gracia parte del santuario celestial. 
• Y esta sabiduría de la gloria, le será para siempre vetada a los que no han creido en el Omnipotente. 
• Sin embargo, al que vive en Cristo le es concernida la sabiduría de lo alto, por con el Cordero de Dios ha crucificado su carne.
• Oh Rey de reyes, de toda la creación universal ¿quién conoce tu mente? Mas al elegido por tu gloria, oh Señor, le habla tu Espíritu.
•            Paz de Cristo