- Desecho la tienda de José, y no escogio la tienda de Efraín,
- Sino que escogió la tribu de Judá, el monte de Sion, al cual amó.
- Edificó su santuario a manera de eminencia, como la tierra que cimentó para siempre.
- Eligió a David su siervo, y lo tomó de las majadas de las ovejas;
- de tras las paridas lo trajo, para que apacentase a Jacob su pueblo, y a Israel su heredad.
- Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón, los pastoreó con la pericia de sus manos.
- Oh mi Cristo, Tú eres el principio y el fin,
- y sólo por tu gloriosa potestad el que creyere en tu santo nombre se salvó.
- El que ha tenido la revelación de tu magnificencia, oh Señor, contigo en tu bendita morada permanece.
- Un pastor singular, oh Eterno, has elegido como atalaya de tus inexpugnables fortalezas,
- con él el remanente que interiorizo la unica y perfecta verdad.
- Porque el gran Yo Soy le validó con su unción, para que retuvieran la genuina corona de los santos.
- Paz de Cristo
sábado, 31 de mayo de 2025
SALMO 78:67- 72 EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario