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domingo, 4 de mayo de 2025

SALMO 130 EN CRISTO

  • De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.
  • Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica. 
  • Jehová, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
  • Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado.
  • Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; en su palabra he esperado.
  • Mi alma espera a Jehová más que los centinelas de la mañana, más que los vigilantes de la montaña. 
  • Espere Israel a Jehová, porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con él;
  • y él redimirá a Israel de todos sus pecados. 
  • Oh mi Cristo, el incienso de tu gloria, subyace de las oraciones del siervo genuinamente santo.
  • Tú conoces, oh Sumo Redentor, las incesantes plegarias, del que postrado a tus santísimos pies, te adora con una espiritualidad salvífica.
  • Oh Santo de Israel, ante la obscenidad de los malvados; ¿piensa salvar su alma el séptico irreverente?
  • Sin embargo, oh Señor, en tu universal redención; cuenta con la bendita gracia, el impío que arrepintiendose creyere en Cristo Jesús, y en su glorioso nombre fuere bautizado. 
  • Y por ser celoso hacedor de la Sagrada Palabra, a la postre fue santificado. 
  • Y derramaste de tu Santo Espíritu, para revestir de gracia a toda alma quebrantada.
  • Es el remanente de Israel, el que perseverará hasta el día postrero, con la más fervientes e indisoluble fe; 
  • porque al ser tus fieles  adoradores, con la eterna  salvación serán glorificados.  
  •             Paz de Cristo 

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