- Oye, hijo mío, y sé sabio, y endereza tu corazón al camino.
- No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne;
- porque el bebedor y el comilón empobrecerán, y el sueño para vestir vestidos rotos.
- Oh mi Cristo, de todos tus siervos, un número ínfimo es fiel al precepto bíblico.
- Porque no otra, sino la horda infame;
- se ha sumido en los pozos diabólicos.
- Paz de Cristo
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