- Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades.
- Serás como el que yace en medio del mar, o como el que está en la punta de un mastelero.
- Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron, mas no lo sentí; cuando despertare, aún lo volveré a buscar.
- Oh mi Cristo, el siervo embriagado vive en un mundo de ilimitadas vanidades.
- Y sus sueños de orate van en paralelo.
- Si no enmendare su demencia, será carne de un abismo letal.
- Paz de Cristo
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