Anduviste el camino equivocado,
quebrántate a los pies de Cristo;
y desándalo,
adorándole con el corazón contrito.
Busca al Redimidor
en las sombras que dejaste.
Clama a Cristo para que alumbre tu corazón;
y el Espíritu Santo, te llene de poder
con su Gloriosa Unción.
Llénate de su presencia:
por fe tocas al Señor,
y llegas al tercer cielo de excelencia,
santísimo lugar de eterno amor.
En el Espíritu, no hay barreras,
obra en Dios la sabiduría,
sus promesas son perfectas;
porque en el Señor,la Creación se gloría.
Todas las cosas son hechas nuevas,
milagro que Dios pone a tu alcance;
si el Rey de Reyes oye tus alabanzas,
la Gracia en ti permanece.
Amén.
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