Precioso instante:
el Señor,en su misericordia,
el alma va ha enjuiciarte;
y saber, si la balanza de Santidad abre la inmensa Gloria.
En la sepultura,
no hay luz,
todo es espesura:
pero Cristo,nos dio esperanza, al inmolarse en la Cruz.
Jesucristo resucitó,
en majestuoso Rey Espiritual.
Hasta en el seol nos amó,
rescatándonos de la oscuridad del mal.
¿En qué medida,
Señor Jesús,te hemos profesado obediencia?.
Su gran piedad nos desvela la duda;
porque siempre clamamos victoria en tu excelencia.
Amén.
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