Arrodillado en espíritu,
con el dolor más explícito,
a los pies del Omnipresente Santo:
Nuestro Señor Jesucristo.
Todos en la llaga estamos;
porque su poder es la Verdad.
Perdonándonos los pecados
su sublime Santidad.
Arrepiéntete,
y clama el perdón:
amándole,
con alma,mente y corazón.
Tener la convicción
del dolor espiritual,
que Cristo padeció;nos hace traspasar el umbral,
que de blancura nos revistió.
Alma pura.
Esplendor de amanecer.
Tú sientes la gloria;
porque Dios te hizo creer.
Amén.
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