- La Biblia enseña: El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, satifíquese todavía.
- He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
- Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
- Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
- Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.
- Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
- Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
- Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
- Y si alguno quitaré de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
- El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
- La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
- Oh mi Cristo, de tus siervos has raido la libertina osadía.
- Y solo el genuino vencedor te profesa ferviente adoración, oh Señor, con su rodilla genuflexa; y libertado de toda iniquidad, a tus pies se postra.
- Y es que, oh gran Yo Soy, nada te es oculto de nuestro pensamiento íntimo.
- Porque Tú, oh Santo de Israel, nos has guardado de toda mentira, para revelarnos la perfecta y única verdad.
- Sin embargo, la condenación eterna, será una sombra letal del que sucumbió a la perniciosa diablura.
- Y porque únicamente de tu glorioso nombre, oh Rey de reyes, la resplandeciente e inaccesible luz emana.
- Nunca más tendremos el grandioso privilegio, de saciar la sed, oh Cristo Redentor, con la pureza de tu bendita agua, que brota de tu muerte, sepultura y resurrección sobrenaturalmente.
- Y porque nada obra fuera del devenir Cristocéntrico,
- tu Sagrada Palabra será inmarcesible para cumplirlo.
- Y porque anhelamos, oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, tu admirable luz,
- con tu gracia, oh gran Dios, podremos traspasar el umbral del eterno Edén.
- Paz de Cristo
martes, 24 de septiembre de 2024
DE TU GRACIA, HEMOS INTERIORIZADO LA SALVACIÓN ETERNA, OH CRISTO
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