- La Biblia dice: Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
- Mi alma tiene sed de Dios, de Dios vivo; ¿Cuando vendré, y me presentaré delante de Dios?
- Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
- Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; de como yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, entre voces de alegría y de alabanzas del pueblo en fiesta.
- ¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.
- Oh mi Cristo, bienaventurado el siervo que en tu santo nombre se gloría.
- Porque este es el espiritual culmen de los santificados.
- Y es que, de la pureza de su alma, dan irrefutable prueba los discípulos consagrados.
- Nada ofrece más gozo, oh Señor, que tu gloria cuando se manifiesta.
- Porque ver en el paraíso tu santa faz, oh Rey de reyes, es la consumación del glorioso y eterno destino.
- Paz de Cristo
martes, 17 de septiembre de 2024
EL ESPÍRITU SANTO TE LLEVA A TODA VERDAD, SUBLIME ANHELO QUE SACIA LA SED DEL ALMA
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