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martes, 10 de septiembre de 2024

NO EXISTE MAYOR TÍTERE QUE EL DOBLEGADO POR LA INSIDIA DEL MALIGNO, OH CRISTO

  • La Biblia dice: ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
  • ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea el pecado para muerte, o sea la obediencia para justicia?
  • Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
  • y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 
  • Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia. 
  • Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. 
  • ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
  • Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin la vida eterna. 
  • Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida en Cristo Jesús Señor nuestro. 
  • Oh mi Cristo, somos espiritual fruto de tu sobrenatural presencia. 
  • Sin embargo, la idolátrica esclavitud es desencadenada por el beneplácito de nuestra estulticia. 
  • Y es que, de tu bendita gloria, oh Señor, somos tus auténticos siervos bienaventurados;
  • por haber interiorizado la bendita instrucción bíblica. 
  • Y de gloriosa transcendencia ha sido para nuestra Cristocéntrica vida. 
  • Sí, porque antes estábamos sumidos en una errática deriva. 
  • Era el ancestral obscurantismo, siendo la punta de lanza en la sordidez de nuestra mente.
  • Por tanto, al ser disuadidos de forma imperativa como trapos de inmundicia; nos acontece el ferviente anhelo de una santidad plena.
  • No caeremos más en la siniestra trampa del maligno; sino que moraremos en la gloria del Eterno.
  •           Paz de Cristo 

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